¿Hay photoshop en los espejos de las tiendas?

Nuria Serena

Hace unos días nuestros compañeros de Atrévete analizaban en el programa el por qué la ropa no nos sentaba igual en la tienda que en casa

El tema nos ha resultado muy curioso porque ¿quién no ha sentido esa frustración al llegar a casa? Mirarte en el espejo y decir: ¡Pero si en la tienda el pantalón me quedaba mejor? … ¡Ainss, madre! ¡si era azul oscuro, no negro! ¡Qué poco me favorece este tono si allí me quedaba genial!

 


Y es que el objetivo principal de una tienda es que el cliente compre y para ello utilizan todas las «armas» a su alcance: la luz, la temperatura, el olor, los espejos, el tamaño del probador

¡Todo cuenta, todo influye en el acto final, la compra!

El experimento realizado por la estudiante que se fotografió en distintos probadores de comercios textiles y comparó esa imagen con una instantánea realizada en casa, lo evidencia.

estudiante

Son muchos indicios los que apuntan a que el «truco» se encuentra en el espejo. Y, puede ser. Su colocaciónpuede distorsionar la imagen. La presión de los clavos que los mantienen fijos, el largo del propio espejo o su peso pueden hacer que se doble y el reflejo se modifique. La perspectiva con la que se observa la imagen es fundamental. ¡Todo un clásico!

Pero hay más. La luz, por ejemplo, es la principal culpable de ocultar o potenciar los defectos de la ropa y nuestro cuerpo e, incluso, provocar que no percibamos con claridad el color de las prendas. Hay probadores que tienen una luz difusa que evitan que distingamos nuestro verdadero contorno, otros con iluminación directa sobre las prendas que sirven para camuflar la tonalidad de nuestra piel y hacen más atractivo el tejido

Y… ¿no se te ha ocurrido pensar que también el estado de ánimo puede influir en nuestro paso por el probador? Nuestros complejos se evidencian más cuando estamos deprimidos mientras que el atractivo aumenta si estamos pletóricos y de buen humor.

 

 

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