Los buenos besadores lo tienen fácil, ¡es mucho más sencillo para ellos conectar con los demás! Los besos tienen mucha más importancia de la que crees a la hora de conectar con una persona. Los creadores del Kamasutra ya lo sabían. Nuestra psicóloga, sexóloga y coach de Atrévete, Marian Frías, nos cuenta todos sus beneficios.
Marian Frías habla sobre la importancia de los besos:
Estamos hablando del 320 al 520 d.C. Ellos ya sabían que había cosas muy importantes para poder conectar. Es más, en el kamasutra aparecen hasta 22 tipos de besos distintos. Aquí podéis ver la lista completa de ellos.
Yo he marcado los que más me ayudan a conectar con los demás y a sentir placer. Uno de ellos es el que el Kamasutra llama “el palpitante”. Se produce cuando uno de los dos deposita en los labios miles de besos muy pequeños, recorriendo la boca y la comisura del otro. Esos piquitos tiernos que parecen que no te van a llevar a nada y que finalmente te lían.
El Kamasutra habla mucho sobre esos besos que tienen que ver con los dedos. Por ejemplo hay un “beso nominal”. Cuando uno se limita a tocar la boca del otro y después besarla con los dos dedos. Es decir, recorrer la boca de la otra persona con los dos dedos.
Hay que recordar que el sentido del tacto está muy relacionado con la conexión.
Aquel beso en el que muerdes con los dientes el labio inferior de tu pareja es muy importante en el Kamasutra y aparece en el número cinco de su lista. Se llama beso superior.
Hay muchas formas de acercarse al beso: mordisquitos, lametazos, el contacto sutil… No debemos de subestimarlo.
Por ejemplo el beso de presión, cuando nos apretamos a la boca del otro, tiene que tener un tiempo determinado para disfrutarlo. Si presionamos mucho la boca del otro, como también presionamos su nariz, llega un momento en el que no puede respirar. Tiene que ser un beso con mucha intensidad pero en un periodo corto.
Tiene que ser un beso con intensidad pero en un periodo corto
Tenemos que aprender a besar y dedicarle tiempo. Otro beso que me hace mucha gracia es el beso lagrimoso. Lo damos a una foto cuando llevamos mucho tiempo sin ver a una persona y la echamos de menos.
¡Escucha aquí los consejos de Marian Frías! (27.01.2017) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
