¿No estarás usando la camisa equivocada y tú sin saberlo?

Redacción Cadena Dial

¿Hay diferencias entre la ropa masculina y la femenina? Aparte de las diferencias sexistas, sí, bastantes. Casi todas están relacionadas con el tipo de prenda y no tanto con detalles como la forma del cuerpo, porque esto es, más bien, algo fundamental para que la ropa nos quede bien.

A pesar de que los códigos de vestimenta y la moda se están acercando, las diferencias persisten. Vamos a verlo.

Las más evidentes: variedad y colorido

Está claro que las posibilidades estéticas de las mujeres les dan cuatro vueltas a las de los hombres. Las mujeres tienen más opciones a la hora de elegir el modelo que se ponen. Del mismo modo, también tienen menos prejuicios para usar colores y para adoptar prendas y complementos típicamente masculinos. En realidad, los adoptan con gusto y les quedan muy bien.


Pantalones y faldas, camisas y blusas, camisetas, chaquetas y ropa de abrigo, calzado y complementos a gogó. Multiplica cada una de esas prendas por un millón de diseños y formas diferentes y añade a la ecuación todos los colores imaginables (dos mil según ellas, diez según ellos). El resultado es inabarcable.

El armario masculino está mucho más limitado. Camisetas, camisas, chaquetas, ropa de abrigo y pantalones. Pocos complementos y calzado homogéneo.

¿Y el unisex, qué?

Desde hace unos años está avanzando el concepto unisex en la vestimenta. Ya sabes, eso de usar diseños que valen tanto para mujeres como para hombres. ¿Unifica el unisex? Sí. Pero… ¿equilibra las diferencias? En realidad bastante poco, porque el unisex aparece en los elementos más compartidos: pantalones, camisetas, sudaderas…

Quitando las extravagancias de las pasarelas, poco o nada generalizadas en la calle, no existen faldas, taconazos, ni nada unisex que, en realidad, añada verdadera diversidad a la vestimenta masculina, mientras que el armario femenino ya tiene todo eso y mucho más.

Vamos, que solo por la variedad de diseños y el colorido podemos cerrar el debate de las diferencias entre la ropa femenina y la masculina. Sin embargo, también hay detalles que pasan desapercibidos. Si te dan una camisa al tuntún, ¿sabrías decir si es de hombre o de mujer?

El secreto de los botones

La posición de los botones es una diferencia tradicional entre las prendas masculinas y femeninas. Se ha conservado en el tiempo a pesar de la implantación de los procesos industriales de la fabricación de la ropa.

Toma una de tus blusas o camisas y observa la posición de los botones. Si están en la solapa izquierda, es una prenda femenina. Si están en la solapa derecha, es masculina. Los botones de las prendas para mujer y para hombre se abrochan en sentidos inversos, aunque es algo que está cambiando en los pantalones. ¿Por qué existe esta peculiaridad?

Hay diversas teorías. Una de las hipótesis sugiere que tener las solapas abotonadas hacia la izquierda entorpecería desenvainar una espada (el arma cuelga del lado izquierdo), ya que podría engancharse. Otra, que para las mujeres era más cómodo sujetar al bebé con el brazo izquierdo y tener la mano derecha libre para hacer tareas, entre ellas, desabotonarse la blusa para dar de mamar a los hijos.

Otra hipótesis plantea que las aristócratas fueron las primeras mujeres que usaron ropa con botones y, por lo tanto, tenían a doncellas para vestirse. Como casi siempre serían diestras, las doncellas encontrarían más cómodo que los botones estuvieran en la solapa izquierda.

Otra teoría sugiere que la posición de los botones ayudaba a los tintoreros a clasificar las prendas antes de aplicar los tintes (una vez más, el colorido diferenciando a hombres y mujeres).

Sea por una causa o por la suma de varias, lo cierto es que esta peculiaridad define y diferencia la ropa femenina y masculina. Hoy, algunas personas señalan que esta diferencia debería desaparecer. ¿Qué opinas?