¡Ya podemos tomar postre sin sentirnos culpables! Lo dice Alma Obregón

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Alma Obregón se ha convertido en la reina de la repostería tras triunfar con sus libros de cupcakes. Ella los introdujo en nuestro país cuando pensábamos que era algo sólo de América.

Luego llegó la escuela, la bakery, el programa de televisión, las redes socialesse ha convertido en una autoridad cuando hablamos de postres, esa parte de nuestra alimentación que nos hace sentir culpables cuando la comemos.

Pero eso se acabó. Alma tiene la solución para que podamos tomar postre sin arrepentirnos después. Acaba de publicar Repostería sana para ser feliz, un libro de recetas saludables que hará las delicias de todos esos golosos que tenían que controlarse.


‘Postres saludables’. Hasta ahora eso era una contradicción, ¿qué ha cambiado?
Yo creo que de un tiempo a esta parte, la gente se está preocupando más por qué toma, por el día a día y qué cosas incluye en su dieta. Mucha gente me pedía que hiciera repostería saludable, es decir, cuidando mucho más los ingredientes, cuidando que podamos tomar repostería a diario y que no siempre que tomemos un postre sea una bomba calórica.

Vamos, que ya podemos tomar postre sin sentirnos culpables, ¿no?
Exacto, la idea de este libro es que se quite un poco esa culpabilidad que rodea al postre. Es verdad que antes no podías estar todos los días comiéndote media tarta o no sé cuántas cookies. Al final los postres más tradicionales son más calóricos, te tomas uno y ya estás lleno y no se pueden introducir en el día a día, pero hay alternativas que nos aportan un extra de nutrientes, vitaminas, cosas ricas y cosas buenas.

Es decir, que ya podemos tomar postre todos los días, ¿no?
La idea es básicamente para gente golosa como yo. Esto no evita que te des un capricho de vez en cuando y cuando te apetezca tomarte un dulce de los de toda la vida te lo tomes.

Lo que sí es cierto es que en el desayuno, para los que nos gusta comer algo dulce, las opciones están limitadas porque tomar algo muy calórico, a lo mejor no es la mejor manera de empezar el día.

El libro incluye recetas de desayunos cuyo objetivo es ofrecer esa alternativa dulce y saludable para los que les gusta desayunar así.

Cuando la palabra saludable va asociado a la comida en seguida pensamos que no está bueno, tú intentas demostrar lo contrario, ¿no?
Efectivamente, para mí la obsesión cuando me puse a hacer el libro era esa, que fuera saludable pero que estuviera rico porque la tendencia que he visto es que cuando la gente quiere hacer repostería saludable todo tiene, aparte de un aspecto un poco extraño, un sabor a cartón que a veces dices, ‘para tomar esto, casi prefiero no tomar nada’.

Mi intención era que esas recetas estuvieran deliciosas y no se notara esa falta de lo que habitualmente lleva la repostería sino que fuera un punto extra. La verdad, creo que lo he conseguido. Tengo de catadores a mi padre y mi marido y las chicas que trabajan conmigo, y me dijeron que todo estaba bien y nada parecía sano, les parecía repostería normal.

Agar, amaranto, chía, espirulina, sirope de agave, quinoa… a los que venimos de la cocina tradicional, todo eso nos suena a chino. Todos esos nuevos ingredientes ¿van a cambiar nuestra paleta de sabores?
Son ingredientes que hasta hace unos años eran difíciles de encontrar pero que hoy en día están en casi todas las tiendas y cuando te quitas el miedo te das cuenta de que aportan mucha variedad en la cocina. Son ingredientes, como el amaranto y la quinoa, que se pueden usar tanto para salado como para dulce y eso da más variedad.

Pero sé sincera: ¿Tú comes más muffins integrales de los que propones en el libro o cupcakes de los de siempre?
Es verdad que me encantan los cupcakes y cookies de los de siempre pero cuando los comía a diario para hacer mis anteriores libros al final me saturé… es demasiado dulce.

Para el día a día preparo granola con la receta de este libro. Mi marido es goloso pero es el que más nos cuida a los dos y me pide que haga cosas de este tipo para que tengamos una vida saludable.

Para mí hacer este libro ha sido un reto porque soy una persona muy golosa y estoy muy acostumbrada a preparar repostería con los ingredientes de toda la vida: mantequilla, azúcar, harina… pero lo he disfrutado un montón y ahora muchas de las recetas que hago son de este tipo porque así mi marido no me echa tanto la bronca.

Culturalmente no estamos acostumbrados a darle tiempo al desayuno y tanto preparativo puede asustar un poco…
Me parece importante darle la importancia que tiene el desayuno. Al final la mañana es cuando hacemos todo el trabajo intelectual, sobre todo niños y adolescentes, y es importante llegar con las pilas cargadas y si cuidamos más el desayuno y tenemos alternativas como estas ricas, nutritivas y fáciles de preparar, puede ser un aliciente para que ese desayuno sea más completo.

Hay una receta de bol de avena con chocolate que cuando la pruebas está buenísima y es perfecta para el goloso y tiene ese punto de decir ‘es que está muy rico y me apetece desayunar’. Porque yo entiendo que haya gente que diga que para tomar una tostada prefiere no desayunar.

También hablas de meriendas pero eso suena muy a niño, ¿no?
No solemos merendar pero es verdad que de vez en cuando algo cae y a media tarde cuando te entra la gusa y tienes hambre es mejor tener una alternativa saludable para no comerte una bolsa de patatas.

De hecho, introduces recetas para niños supongo que influida por tu reciente maternidad.
Bruno es muy tragón y todo lo que hago le gusta. Desde que he sido madre, cuando empecé con la alimentación complementaria, me fijé mucho más porque antes no era muy consciente de lo que es la alimentación infantil. Cuando nació quería que comiera lo mejor posible y me obsesioné mucho y empecé a desarrollar recetas para bebés y hay dos en el libro que a él le encantan.

Hay, además, apartado para las bebidas. Son licuados y smoothies que en España todavía no tenemos muy incorporados en nuestra dieta diaria pero que tienen muchos nutrientes, ¿no?
Nos falta mucha cultura de bebidas nutrientes. Me interesaba meter los smoothies pensados para esa gente que le cuesta desayunar, para que por lo menos se tome un smoothie y empiece el día con otra sensación. Poco a poco se está poniendo de moda y te da un montón de posibilidades.

La excusa que ponen muchos cuando se enfrentan a este tipo de cuestiones es la falta de tiempo, ¿qué les dirías?
Al final es sacar tiempo de otras cosas. A lo mejor, en lugar de estar sentado en el sofá viendo Instagram o viendo la tele puedes estar media hora en la cocina y te has preparado el desayuno para todo el mes o un bizcocho delicioso que puedes llevar a la oficina y compartirlo o has preparado los muffins que se pueden llevar tus hijos al cole. Es cuestión de poner prioridades, aunque yo creo que a veces es más por miedo que por falta de tiempo.

La otra gran razón es la económica, sobre todo cuando hablamos de ingredientes tan ‘exóticos’.
Lo primero que hay que pensar es que siempre es más barato hacerlo en casa que comprarlo en la tienda, que a veces se nos olvida. Cuando es un ingrediente más raro doy alternativas para poder usar otros.

De todas las recetas que hay en tu libro, ¿cuál aconsejarías a alguien que no ha entrado nunca en una cocina?
Hay una sencillísima y es mi receta favorita: la mousse de chocolate, que tiene 5 o 6 ingredientes, que lleva aguacate pero no sabe a aguacate. Sólo hay que triturar los ingredientes todos juntos y está buenísima. Quien la haga no se va a creer que está tomando mousse de chocolate que lleva aguacate, sabe como la mousse de toda la vida.

De todas formas, cada vez que oímos hablar de comida saludable, no tardamos en escuchar la palabra ejercicio. Tú eres runner pero ¿crees que este tipo de repostería es compatible con los que no hacen ejercicio?
La clave en todo es llevar una vida activa y sana para permitirte comer lo que quieras. Si llevas una vida equilibrada puedes tomar de todo y una clave es ser activo y para los que se mueven menos (no todo el mundo entrena para correr maratones como yo) este libro les permite comer los postres sin tanta culpabilidad.

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Tienes una bakery, una escuela, un programa de cocina en televisión, redes sociales que atender, haces ejercicio, publicas libros, eres madre… ¿cuántas horas tienen tus días?
Lamentablemente 24, ojalá tuvieran más para dormir un poco más. Hago un montón de cosas pero me gusta lo que hago y no me cuesta.

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