Javier Cámara, Antonio Resines y Roberto Álamo tienen más en común que su amor por el cine. Efectivamente, ninguno luce una frondosa melena. Y eso, precisamente, más allá de sus incuestionables dotes interpretativas, es un signo de triunfador, según la ciencia.
Los expertos aportan datos. Los correspondientes a una investigación (sí, los científicos someten a estudio las cosas más impensables del mundo) que relaciona el atractivo de un hombre con el hecho de ser calvo. ¿Cuentas los pelos que se te caen últimamente en el lavabo cada vez que te peinas? Pues deja de lamentarte. Esa circunstancia podría suponer el principio de tu gloria eterna. Si no es así, siempre te quedará la cuchilla y ¡a afeitar se ha dicho!
¿Cabeza despejada? Hombre atractivo
Así lo atestigua esta indagación que lleva la firma de la Universidad de Pensilvania. Y, a juzgar por la contundencia de los resultados, esta máxima podría ser igual de real que aquella que asevera que «mujer prevenida vale por dos».
De hecho, antes de poner en marcha este proyecto, los implicados ya veían venir estas conclusiones. Vamos, igual que tu padre cuando ya sabía que no te convenía aquella pareja, incluso antes de presentársela.
¿En qué consiste este estudio?
A los 59 voluntarios se les mostraron, en primera instancia, imágenes de chicos con el pelo largo. Más tarde, contemplaron a esos mismos hombres intervenidos digitalmente. Es decir, con la cabeza rapada, en un caso, y afeitados parcialmente, en el otro. La segunda versión, la de los hombres con la cabeza totalmente despejada, fue asimilada por la mayoría de estos participantes como propia de seres dominantes, con actitud, fuertes, seguros de sí mismos, potentes, sin complejos y, en definitiva, triunfadores.
Y aún hay más
Convertir en calvos al completo a estos individuos les hizo ganar 2,5 centímetros de altura, visualmente hablando, claro está. Vamos, que solo les faltó convertirse en rubios con ojos azules a golpe de vista.
No sucedió de la misma forma con aquellos a los que se les dejaron zonas con cabello. En este caso, el nivel de su atractivo disminuyó. Estos hombres eran percibidos como más débiles. Por tanto, si aún pulula algún pelo por tu coronilla, ¡despídete ya de él! Y es que, la radicalidad no suele ser buena, pero en algunos aspectos de la vida resulta primordial.
¡Corta por lo sano!
Cortar por lo sano se antoja obligatorio cuando una relación es tóxica o cuando encadenamos siete días comiendo macarrones con chorizo. Pero también, cuando nuestro pelo se ha empezado a caer de manera gradual.
Por mucho que te empeñes, y a no ser que te decantes por el injerto, no hay tu tía. No vas a conseguir que tu melena crezca como por arte de magia. Y esos matojos repartidos por toda tu cabeza no es que sean especialmente atrayentes, ¿sabes? ¡Alguien tenía que decírtelo!
Haz que desparezcan y realiza el acto inverso en la cara. Es decir, déjate crecer la barba. Es una tendencia al alza seguida por famosos como Pep Guardiola. Y, además, una característica de hombres con personalidad. ¿O tenemos que repetirte los nombres con los que iniciábamos esta entrada?
Como consejo final, si has observado que se te empieza a caer el pelo, no lo veas como un impedimento, sino como una oportunidad. Asúmelo y no suspires cuando oigas el ruido del cortador, sino todo lo contrario. Escucha con atención porque ese es el sonido que tiene el éxito.
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