¿Duermes con calcetín y manta en verano?

Redacción Cadena Dial

¿Que va a llover? Pones la lavadora y tiendes la ropa. ¿Que todos vieron la final de Eurovisión? Tú te pusiste el vídeo de la comunión de tu sobrino. ¿Que en tu barrio se corre un maratón? Ese día se te ocurre salir con el coche y acabas dando más vueltas que un tonto. Eres como el salmón, siempre a contracorriente. De hecho, El Canto del Loco debería poner banda sonora a tu vida con la famosa canción que lleva ese título.

Esa actitud contestataria nace cuando lanzas tu peculiar mirada asesina al despertador cada mañana. Y no muere cuando les das un beso de buenas noches a tus pequeños, sino que se prolonga hasta que te levantas del colchón. Es decir, eres rebelde hasta dormido. Y no lo decimos porque en lugar de contar ovejitas cuentes lagartijas. Tampoco por esos sueños en los que vas desnudo al supermercado.


Tu forma de dormir te delata

No, no nos referimos a tu insufrible manera de roncar o a que pronuncies palabras inconexas cuando estás en la fase REM. Hablamos de esa incomprensible manera de arroparte cuando el termómetro de la farmacia frente a tu ventana marca los mismos grados que tu sartén a punto de recibir un huevo.

Eres más sensato de lo que crees

¿Cómo es posible que puedas conciliar el sueño con calcetines de felpa y arropado con una manta palentina hasta la nariz? Cuando la nieve alcanza los ocho centímetros en los bancos del parque, perfecto. ¿Pero en verano? Las veces que te habrán formulado esta pregunta, acompañada de los ojos ojipláticos del emisor, ¿verdad? Pues, por fin, vas a poder dar una explicación convincente a quien cuestione este hábito.

La razón por la que estás actuando correctamente

Debes saber que no eres el único al que le pasa. No conocemos el porcentaje, pero, seguramente, si en la próxima reunión de vecinos preguntaras por este tema, te sorprenderías. Tal vez llegaríais a un acuerdo más rápido que cuando os toque votar por la derrama de la fachada.

La ciencia tiene la respuesta

El motivo por el que tienes tendencia a cubrir tus pies y tu cuerpo cuando duermes en verano está relacionado con la temperatura de tu organismo. Seguramente, te habrás despertado tiritando más de un 15 de agosto en plena madrugada al quedarte sopa descalzo y en ropa interior. Y es que, tus grados disminuyen cuando duermes, sea en la estación que sea. Más aún en las extremidades inferiores, una circunstancia que puede ser la razón por la que no descansas adecuadamente si no vistes tus pies.

¿Cómo han de ser los calcetines?

Lo mismo da que te decantes por los estampados o que prefieras los míticos deportivos blancos adornados con un par de raquetas. Lo importante es que emplees calcetines de las fibras adecuadas. De esta forma, evitarás la sudoración. Por otro lado, debes elegirlos desahogados para no perjudicar a tu riego sanguíneo. Así podrás proteger tus piernas frente a la aparición de varices y evitar inflamaciones de tobillo. Siguiendo estos consejos, dormirás más plácidamente que nunca.

¿Qué se siente al descubrir que estás más cuerdo de lo que pensabas? Sea como fuere, lo importante es disfrutar de un buen descanso, pues dormir felizmente es primordial para muchas cosas en la vida. Lo mismo da que te pongas un pijama fosforito que un picardías de seda. Y aquí insertamos uno de los sabios refranes españoles: «Ande yo caliente, y ríase la gente», por aquello de la temperatura.

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