Cómo pedir un aumento de sueldo y conseguirlo

Redacción Cadena Dial

Llevas diez años en la empresa y tu situación es idéntica al día en el que debutaste derramando el café en el teclado. Bueno, no eres el último mono, pues hoy muchos de tus compañeros necesitan tu beneplácito para poner en marcha algunas de sus tareas. Eso sí, lo que está claro es que como no vayas tú a reclamar lo que te mereces, nadie va a ir alfombrando el camino de billetes a tu paso.

Si por fin te has decidido a pedir ese aumento de sueldo que te has ganado con el sudor de tu frente, debes tener en cuenta unos consejos para lograr el incremento de tu cuenta corriente. No queremos que tu falta de tacto consiga lo contrario, es decir, una patada en el trasero que te mande directo a casita. Así que lee atentamente.

Claves para solicitar la subida de tu nómina

Recopila pruebas de tus éxitos

¿Quién, sino tú, ha sacado en más de dos, de tres y de cuatro ocasiones de un apuro a tu compañía? Si no fuera por ti, a saber cómo habrían salido de aquel berenjenal. Demuestra tu valía rescatando esas situaciones comprometidas por las que atravesó tu empresa, y recuerda a tus jefes dónde estarían ahora de no ser por ti. Hacemos un inciso: no te cebes en este último punto, que nos conocemos, puedes decirlo de manera sutil. Eres capaz, ¿verdad?


Busca el momento adecuado

Y no nos referimos a comentárselo cuando esté haciendo otra cosa que no sea salir del cuarto de baño o discutir con su pareja por teléfono, que también. Hay meses del año más adecuados que otros o situaciones más propicias para ello. Averigua si en tu trabajo están preparando los presupuestos para el ejercicio que viene. Meter la cabeza en este instante resulta lo ideal. Tienes contactos suficientes, acabarás conociendo esta información.

Analiza el mercado

Para solicitar un aumento debes manejar una cifra. Llevas tanto tiempo ejerciendo este cargo que no tienes ni idea de cuánto cobran otros empleados de la competencia que desempeñan idénticas labores. De nuevo, te pedimos que saques a la luz tu vena investigadora. Te aconsejamos, además, que valores unas cantidades realistas, que no estamos en Hollywood.

Ensaya frente al espejo

Una vez que tengas claro todo lo anterior, debes preparar la puesta en escena como si se tratase de una coreografía, pero que resulte natural. No debes olvidar que el lenguaje gestual es tan importante como el verbal. Por ejemplo, mirar al suelo es sinónimo de inseguridad, un sentimiento que se debe quedar fuera del despacho, ¿entendido?

¿Y si no te lo conceden?

Una vez que has puesto en práctica todo lo anterior, debes estar preparado para el «no». Si la respuesta es negativa, no pongas el grito en el cielo. Este monosílabo no supone el final. Ese «no» puede dar lugar a una negociación. Oye, puede que no te concedan el dinero que pides, pero sí otras de las ventajas por las que luchas: horario partido, más vacaciones, descansar los sábados…

Y, por cierto, si la fiesta acaba en confeti, es decir, si obtienes tu merecida subida, sé discreto. No vayas propagándolo por la empresa, pues eso generará malestar y puede ser desfavorable para tu futuro. Tus compañeros te desearán una caída por las escaleras y tus jefes no volverán a otorgarte más privilegios. ¡Y podrías necesitarlos!

Ya tienes un esquema de los pasos para pedir tu merecido aumento de sueldo a tus superiores. ¿Iniciamos la investigación de mercado? 

 

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