¿Cuáles son los peligros de reventarse una espinilla?

Redacción Cadena Dial

El acné es una de las afecciones más frecuentes y, posiblemente, una de las que más odies. Has intentado seguir una dieta apropiada para eliminarlo, usar una aplicación de tu teléfono móvil para controlarlo, leer toda la información sobre los últimos avances al respecto, te has dejado engañar en Instagram con una cura «milagrosa» e incluso te has planteado gastarte los 10.000 dólares que vale una crema que elimina tus espinillas.

Todo lo anterior se queda en nada cuando ves un cráter en tu frente que va cambiando de color, que está lleno de pus y que te sale, justamente, el día en el que has quedado con la persona que te gusta. ¿Qué haces? Pues reventarla, pero quizás ignores los peligros a los que te expones con esta práctica.


¿Por qué es peligroso reventarse una espinilla?

Antes de entrar en materia, debes tener muy claro que dependiendo del tipo de grano el peligro es mayor.

Pelos encarnados, herpes labial y puntos negros no han de ser reventados en ningún momento ya que no solo lograrás que la inflamación aumente, también lo hará el riesgo de infección. Es decir, tardarás un minuto en explotar el grano y varios meses en que tu piel se recupere.

Infecciones de diversa gravedad. Aunque sientas que tu salud es perfecta, no lo sabes con total seguridad. Piensa que la espinilla se forma cuando el aceite natural de tu piel se queda bajo una fina capa de la misma. Este depósito está también formado por células muertas y por una bacteria- P. acnes- que bien puede generar una infección grave e incluso provocar la muerte (en casos extremos, claro).

¿Cómo se revienta una espinilla?

Seguramente optarás por el método tradicional. Tras estar varias horas tocándola por fuera y deprimiéndote por tu imagen decides irte al baño y ponerte manos a la obra. Como es lógico, ni usas guantes de látex, ni tienes un instrumental desinfectado, ni tu aseo es un quirófano.

Pillas el grano, lo oprimes con los dedos, revienta, sale la pus, usas papel higiénico para limpiarlo y listo. Es entonces cuando acabas de dejar una zona de tu piel totalmente abierta a la infección. Además, la cicatriz no hay quien te la quite por lo que el drama se convertirá en culebrón venezolano.

¿Qué puedes hacer?

Hay unos señores muy amables que se llaman dermatólogos que se dedican a estos menesteres. Te aconsejamos que vayas, mirarán tu grano y te recetarán, salvo en casos de extrema gravedad, una crema para ir secando el grano de manera natural y segura para ti.

En caso de que el tamaño sea demasiado grande, se optará por la intervención directa que se realizará, salvo excepciones que has de evitar, en una sala aséptica y con un material quirúrgico apropiado. Tras la misma se desinfectará la zona correctamente y se hará un seguimiento.

Es un grano, no un drama

Recuerda que sería más que conveniente que tomaras conciencia de que la importancia que tiene ese grano es la que tú le quieras dar. Créeme, hay cosas mucho peores en la vida que tener un granito en la frente. Además, una mala tarde la tiene cualquiera por lo que tampoco pasa nada por ser diferente. ¿No te gustan tanto los unicornios? Pues te has convertido en uno de ellos y además gratuitamente.

Bromas aparte, deja que un profesional mire tus granos y evita dejarte la cara como la carretera que lleva al pueblo de tu bisabuelo. Más vale tener una cara saludable con un grano que no una infección de caballo de complicado diagnóstico. De ti depende, pero cuanta menos atención le prestes a tus espinillas, más feliz serás.

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