Las redes sociales han cambiado tu forma de ver el mundo. Sabes muy bien que si no estás en ellas es, prácticamente, como si no existieras. Sin embargo, el mero hecho de subir una foto puede provocar ríos de odio o de alabanza. ¿Sabes cómo te afectan las redes sociales?
Efectos positivos
Parafraseando a Groucho Marx podríamos decir «cada vez que alguien entra en su perfil de una red social salgo corriendo para leer un libro». No nos engañemos, el 21% de los españoles nos hemos arrepentido de haber publicado alguna fotografía o de haber comentado algo en Facebook. Las redes sociales pueden incluso ser motivo de felicidad en la pareja. De hecho, las que no suben imágenes juntos logran ser mucho más felices. Ahora bien, ¿tienen las redes sociales algún efecto positivo? Pues sí:
– Ayudan a que cada persona desarrolle mejor su opinión y a hacer uso de su libertad de expresión.
– Snapchat, por poner un ejemplo, ha sido usada como herramienta por muchas personas para buscar un apoyo psicológico que han terminado logrando.
– Pueden ser útiles para dar a conocer una idea solidaria o una iniciativa que ayude a un buen número de personas a implicarse en proyectos sociales o benéficos.
– Con un uso razonable, normalmente relacionado con el tiempo que se pasa en ellas, ayudan a ampliar tu círculo de amigos, a conocer a gente nueva y a desarrollar tus aptitudes de forma más sencilla.
Efectos negativos
– Compartir tu vida es tan innecesario como ilógico. La Humanidad ha llegado hasta aquí sin compartir cada uno de sus actos con el resto del mundo. Además, recuerda lo que le pasó a Kim Kardashian. Sí, vale, te compro que no van a robarte nada de valor (porque no lo tienes), pero ¿quién sabe lo que puede pasar?
– Competir con otros usuarios es contraproducente. Bien sabes que el número de amigos y de seguidores parece ser casi una meta a superar. ¡Eh, despierta! ¿Qué más da que tu amigo tenga 10 seguidores más que tú? ¿Acaso va tu vida en ello?
– Pueden ser adictivas y cambiarte la vida para siempre. Se han dado casos en los que un usuario ha subido una imagen poco afortunada y ha terminado suicidándose por acoso. Hay mucho pirado suelto que no duda en vomitar su odio sobre ti. Aparte, volviendo al apartado anterior, ¿a quién le importa, salvo a ti, qué te has hecho en la peluquería?
– Tu personalidad cambia. Sí, la tuya, y no lo niegues. ¿Cuántas veces has subido una fotografía tomándote algo para que otros se mueran de envidia? No se trata de eso, tu vida es tuya y no has de convertirla en un espectáculo en directo. Además, ¿no crees que inventarse una personalidad digital puede terminar en tragedia si alguno de tus amigos virtuales decide conocerte en persona?
– Es una manera efectiva de convertirte en un ermitaño. Sí, lo único de social que tienen estas redes es su apellido virtual. Es cierto, a los 3.000 amigos que tienes debes atenderlos y darles carnaza para que se distraigan, pero tu vida real, la que importa, sigue su curso. ¿Has leído bien? ¿3.000 amigos? ¿Dónde vas a celebrar tu próximo cumpleaños virtual, en el Wizink Center?
Espabila y usa las redes sociales de forma más inteligente
Como diría el inmenso Chiquito de la Calzada, que en paz descanse, «tienes que salir a que te de ese sol español». Déjate de móviles, de tabletas y de portátiles. Vive la vida, usa las redes para algo más práctico y no olvides jamás que esta aventura tendrá un final. Mientras que llega y no, ¡a disfrutar!
