La Nochevieja es una velada cuanto menos preciosa, además de una noche de celebración, donde cualquier persona sale de fiesta para divertirse. Es el caso del hijo de 18 años de Óscar.
Es la primera vez que le dejan salir y su padre está más que decepcionado. Confió en él y volvió muy tarde, en concreto a las 2 de la tarde.
Sus excusas fueron las típicas, que no tenía batería en el móvil, que el conductor estaba borracho y tuvieron que esperar y que no tenía dinero suficiente.
Pedro García Aguado aconseja sobre salir de fiesta:
Dejar que los niñossalgan de fiesta cuesta al principio. Este hecho engloba que deben cuidarse por sí mismos, sin tener a los padres cerca, es decir, se trata de un acto de confianza total con el hijo o hija.
Una vez que los padres dejan que sus hijos se diviertan, significa que se han hecho adultos. Ya no dependen de ellos, en cierto modo. Tienen que aprender a buscarse la vida. Aunque siempre cumpliendo las normas dadas por sus responsables.
Si han establecido los padres unos límites, hay que llevarlos a cabo, dado que de lo contrario, la confianza desaparecerá poco a poco.
Un adolescente puede comenzar a buscar excusas por no hacer caso a lo que dicen su padre o madre, pero tienen que darse cuenta que lo hacen por su bien solamente, no para que lo pase mal de fiesta. Hay que ser cautos hoy en día.
Óscar no tiene que ser tan negativo y exagerado con su hijo. Es posible que haya ocurrido cualquiera de las cosas que ha afirmado el niño.
Si no ha puesto horario de llegado, no está incumpliendo ninguna norma, del caso contrario, habría que quitarle horas de sus momentos de ocio para que, por ejemplo, ayude en casa o realice diversas tareas, como castigo por no hacer caso a lo acordado por la familia.
Ya son mayorcitos para aprender a cuidarse por sí solos, aunque es común tener miedo por lo que pueda ocurrir las primeras veces. Todos hemos sido jóvenes y sabemos las posibles consecuencias de salir de fiesta. Habría que intentar evitarlas comentándolo con los hijos en casa.
