Empezar la dieta, ver más a tus amigos, apuntarte a zumba… Tu lista de propósitos cada nuevo año parece más larga que las piernas de un jugador de baloncesto. Y entre ellos, el más destacado es, sin duda, el reto del ahorro. El problema es que no te caracterizas precisamente por dejar las manos quietas en tus bolsillos. Más bien, eres de los que derrochas sin sentido, ¿no es así?
Pues no lo verás tan negro después de leer estos ocho trucos para optimizar tu dinero. Una guía de consejos que también podrás aplicar si ya haces todo lo posible por dosificar tus gastos. No pierdas ni un día más. ¿Ya tienes la calculadora? ¡Empieza ya!
Emplea el tiempo necesario. Busca en Internet, infórmate, llama a conocidos que tengan contratados esos paquetes. Toma una decisión según tus hábitos y rutinas digitales.
Prepara un buen tanque de café en casa y lleva el termo a la oficina. No solo te estarás ahorrando unos euros mensuales, además, el tuyo está más sabroso que el del dispensador. Este consejo es aplicable a la comida: el bocata casero, mejor que el menú del día.
Total, tu ropa se va a secar igual. No notarás la diferencia en las prendas con este método. Sí, en tu cuenta corriente a final de mes.
De esta forma, no se te antojará toda la fila de bollería del supermercado. Cuando tienes hambre, ese olor inolvidable se introduce en tus entrañas y el impulso resulta inevitable.
Abrigarte en invierno es una necesidad. Comprarte el mismo abrigo en azul, en verde, en naranja y en rosa, un antojo del que puedes prescindir. ¡Un poco de sentido común!
La leche te sale más barata en el de la esquina. Los cereales resultan más económicos en el de la calle de al lado. ¿Y el pan? Las barras te cuestan la mitad en el del centro comercial. Solo tienes que planificar tu tiempo y comprar varias unidades en un solo viaje.
No se trata de recorrerte toda la ciudad para encontrar aquel que no te cobre. Seguro que tienes alguno cerca. ¡Que salga tu vena detectivesca!
Si no puedes vivir sin la música y sin tus series, únete a un amigo y comparte los gastos de las cuentas en estas plataformas que te abastecen de contenido.
Fijar una cifra para gastos resulta indispensable. De esta forma, no te aventurarás y controlarás tu cartera. Un método efectivo es separar en sobres las cantidades destinadas a cada apartado. Por ejemplo, este montón para la alimentación, este otro para el seguro del coche, un tercero para el gimnasio… Así, cuando veas que los billetes hacen «chas» y no aparecen precisamente a tu lado, sino que se evaporan, te apretarás aún más el cinturón.
Y es que, a veces necesitamos que el piloto rojo se encienda para caer en la cuenta de que estamos en el precipicio. No olvidemos que se te dan peor las matemáticas que la cocina moderna. Además, con tanto ajetreo e imprevistos se antoja imposible poner orden en tus cuentas.
Sigue estos consejos y no serás millonario, pero lograrás llegar a fin de mes sin preocupaciones. Ve comprando tu primer cerdito de barro porque lo vas a hinchar a monedas de dos euros.
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