No lo niegues. Te pasas todo el día mirando la pantalla de tu móvil intentando estar conectado con el resto del planeta. Te has instalado hasta una aplicación para proteger tus ojos lo mejor posible, pero ¿te has mirado al espejo últimamente? Quizá cuando lo hagas te sorprendas.
Resulta curioso, y lógico, que la preocupación principal de los usuarios de todo tipo de pantallas sea proteger sus ojos, pero la famosa luz azul también afecta a tu cara. Es decir, la pantalla irradia este tipo de luz que tiene una importante incidencia en la zona que va desde tu frente hasta tu esternón aproximadamente.
O lo que es lo mismo, que ya mismo podrás encender una cerilla frotándola contra tu frente. Además, debes tener en cuenta que:
– La luz azul reseca la piel y la debilita de forma sensible.
– Este debilitamiento produce que diversos agentes externos (contaminación, los efectos de la luz solar y el humo del tabaco entre otros) tengan mayor incidencia en la elasticidad de tu piel y provoquen la prematura aparición de arrugas.
– La exposición a este tipo de luz también altera el funcionamiento de tu cuerpo. La melanopsina es un fotopigmento encargado de avisarle a tu cerebro de que ha de ponerse en marcha en cuanto percibe algo de luz por la mañana. Si está funcionando durante todo el día, al interpretar la luz azul como luz natural, se produce un desajuste que afecta, de manera directa, a tus horas de sueño y a tu vida diaria.
Es más, esta alteración provoca trastornos estacionales que se hacen especialmente complicados en primavera y en otoño.
Los síntomas que pueden ayudarte a detectar que debes poner en práctica algún tipo de solución son:
– O duermes como un tronco o no puedes pegar ojo. Si te pasas las noches dando vueltas en la cama y eres incapaz de conciliar el sueño o bien todo lo contrario, dependiendo de la estación del año, necesitas ayuda.
– Te pican los ojos y notas la piel de la cara muy tirante. Si no eres Kim Kardashian, sería conveniente que tuvieras en cuenta las soluciones que ahora te ofrecemos.
– Notas una irritabilidad constante y una sensación de que no puedes terminar tus trabajos con la energía de antaño. Puede ser de la luz, pero también un síntoma de que necesitas unas vacaciones urgentemente.
Bromas aparte, entre las soluciones más eficientes para paliar el efecto de la luz azul están las siguientes:
– Hidrata tu piel. Si es posible con una crema de calidad que sea específica para este problema. ¿Que son muy caras? Más caros son los cubatas que te tomas en la discoteca y no dices nada.
– No pases más de 90 minutos seguidos ante la pantalla. Por mucha carga de trabajo que tengas y por más exigente que sea tu jefe, todo el mundo puede ir al baño de vez en cuando. Aprovecha esta escapada para hacer algunos ejercicios de estiramiento, pero con precaución. Evita, en la medida de lo posible, alarmar al resto de compañeros haciendo de Spiderman por las paredes de la oficina.
Y recuerda siempre que dejar de ver una fotografía en una red social o de leer un mensaje en una aplicación no conlleva multa de ningún tipo. Ponte un horario para mirar el móvil y evita consultarlo desde unas 2 horas antes de irte a dormir. Siguiendo estos consejos lograrás tener una piel fantástica y evitar que la luz azul te afecte más de lo debido.
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