Escuché a mi madre pedir sal a los vecinos pero teníamos en casa: le pregunté por qué se la pedía

"Precioso ejemplo de lo que debe ser la vida. Más historias como está por favor", claman en Twitter

Nuria Serena

Twitter es un lugar que muchas veces merece la pena, a pesar de sus haters, bulos y mensajes de adoctrinamientos. Y precisamente navegando por este caladero encontramos hace unas horas una bonita enseñanza de solidaridad y empatía que Julio Fernández, que se presenta en su perfil como farmacéutico, bipadre y del atleti- nos dejó en su cuenta oficial.

La breve historia comenzaba así:

Escuché a mi madre pedir sal a los vecinos. Pero teníamos sal en casa. Le pregunté por qué se la pedía.


La respuesta de la madre fue conmovedora:

-Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero, y muchas veces nos piden algo. De vez en cuando les pido algo pequeño y económico, para que sientan que también…

Les necesitamos. De esta forma se sentirán más a gusto y les será más fácil seguir pidiéndonos todo lo que necesiten.

 

Como moraleja final, Julio hizo referencia en su cuenta de Twitter a una máxima del filósofo argentino F. Romero:

«Y esa es la enseñanza…hijos que adquieran empatía, humildes, solidarios y con valores. 

PD: Me ha encantado, por eso lo comparto»

 

La solidaridad: Beneficios de ayudar a los demás

 

La solidaridad, el hacer bien a los demás, no solo beneficia al prójimo. También redunda en grandes recompensas para uno mismo.
Son múltiples las razones por las que debemos ayudar a los demás: éticas, morales, humanas, cívicas, emocionales…

Pero, egoístamente, vamos a darte cinco de ellas que pasan por tu beneficio propio:

1.Reducir el estrés

Cuando ayudas a otra persona, tu cerebro libera ciertos neurotransmisores como la Oxitocina, Dopamina y Serotonina, que permiten disminuir el estrés, porque logran que te sientas más feliz, relajado y tranquilo.

2.Te sientes valorado

Sentirse útil, que eres parte importante para alguien, te da una nueva dimensión humana y personal. Cuando das, sin esperar nada a cambio, provoca un aumento de la autoestima y confianza en uno mismo.

3. Recibes lo que das

Está comprobado, es la justicia kármica: todas las personas que dan más, reciben más. Si todos ponemos nuestro pequeño granito de arena para hacer de este un mundo mejor lograremos vivir en un mundo mejor.

4. La energía y el optimismo aumentan

Aprenderás a valorar más todo lo que tienes, y a no quejarte tanto. No hay nada como ver lo que otros no tienen para reconocer todos los regalos que la vida te ha dado

5. Tendrás un superpoder

El de cambiar la vida de alguien. Ayudar a que tenga una oportunidad de vivir un futuro mejor. Es increíble pensar que tú pudiste contribuir a ello.

Ayudar a los demás, es una inyección de autoestima, un bálsamo contra el estrés, una cura de humildad, un «siembra y recogerás» y una dosis enorme de felicidad que te saldrá gratis