¿Qué ruidito no puedes soportar? Esta es la pregunta que hemos hecho a los atrevidos durante toda la mañana. Ha habido quien nos ha confesado que ha dejado a sus hijos sin puerta por no soportar el ruido que hace al abrirla y cerrarla o quien afirma que ¡¡no puede!! con el sonido de las bebidas cuando se vierten al vaso.