Nunca es tarde si la dicha es buena y esto debió pensar un anciano de 89 años que se ha matriculado en la universidad para estudiar Derecho. Y es que hay gente que no le gusta perder el tiempo ni siquiera una vez fallecido. Este es el caso Gary Robert Dupuis, un hombre que quería recorrer el mundo y lo está logrando en espíritu. Sus cenizas están metidas en una botella de tequila junto a una carta con 25 dólares.