¡Menudo carácter tiene nuestro atrevido de Valdepeñas! Aprovechando nuestra visita a esta bonita ciudad de La Mancha, Isidro se ha hecho pasar por un operario del Departamento de contratos de una compañía telefónica para gastarle una bromita a Jesús. Tras pedirle en repetidas ocasiones que no le cuelgue el teléfono ha terminado llamándole «cabezón» y «empanao».