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Llega el verano y con él, la puesta a punto. La falta de tiempo, el trabajo, la casa los quehaceres diarios… ¿y nosotros qué?
¿Cuándo tenemos tiempo para mimarnos?, ¿para cuidarnos?, ¿ para quitarnos ese kilito qué llevamos de más? O ¿para tonificar esa parte del cuerpo que nos trae de cabeza?
Si bien es sabido el 80% de los resultados de nuestros ejercicios son el reflejo de una buena alimentación, así que… que mejor que empezar a comer sano pero sin dejar de disfrutar de los placeres de la vida.
Os dejo una receta para esos mediodías cuando nos entra la gula y no sabemos como matarla y pillamos cualquier cosita de la máquina expendedora o vamos al bar.
INGREDIENTES: Siete fresas, un plátano, 1 onza de chocolate negro 72% y medio vaso de queso fresco desnatado batido
El plátano con su aporte constituye un alimento que nos sacia y que nos aporta energía por las féculas y por los carbohidratos que lleva, debemos observar también su baja cantidad de grasa, además de que es rico en vitamina y minerales.
Las fresas que con sus cualidades antioxidantes favorece al retardar el envejecimiento, así como el chocolate que comparte estas características y muchas más que hacen de nuestra vida algo maravilloso, como reforzar el estado de ánimo, mejorar la visión, prevenir el cáncer, enfermedades del corazón y una infinidad de beneficios que con lleva el consumir una sola onza de chocolate negro a la semana.
Y, por último, el queso fresco desnatado batido que contiene un alto porcentaje de proteína de absorción lenta llamada caseína, reduciendo el hambre, aumentando el metabolismo y reduciendo la grasa corporal.
¿Quién dice que comer sano es complicado? Solamente tenemos que encontrar el punto para que la dieta se adapte a nosotros no nosotros a ella.
Además a una buena alimentación hay que añadirle algo de ejercicio. Para ello también os voy a proponer esta tabla para que hagáis en casa en solo 20 minutos.
Arrodillada en el suelo con las manos apoyadas y a cuatro patas, levanta una pierna extendiéndola hacia atrás hasta quedar en línea recta con tu torso. Mantenla en esta posición veinte segundos. Después, haz lo mismo con la otra.