El viaje a Benidorm no ha podido realizarse e Isidro Montalvo ha tenido que comentárselo al atrevido del día. Aunque el señor no ha parado de reírse en todo momento. Su risa ha sido tan contagiosa que hasta nuestro humorista no ha podido aguantar.
Al final el viaje quedó en el olvido y la conversación se tornó como si fueran dos amigos de toda la vida. Si es que Isidro tiene mucho enganche con las personas cuando quiere.