Isidro Montalvo ha llamado a una tal Maite para preguntarle sobre sus juanetes en los pies. Aunque parecer ser que se equivocó, la señorano tenía callos, pero nuestro humorista ha insistido hasta el final.
También ha querido preguntarle sobre el arreglo de la caldera, pero la atrevida no tenía caldera. Isidro no ha dado ni una. Al final han acabado siendo amigos y hablando de la comida que preparaba Maite.