Isidro Montalvo ha contactado con una atrevida para decirle que las carpetas aún no habían llegado. Se ha empeñado en que la señora era Carmen, cuando en realidad no tenía ni idea de lo que ocurría.
Además, la atrevida le ha mandado a tomar viento varias veces, pero nuestro humorista ha insistido hasta último momento.