Teniendo en cuenta que cada gesto que haces te delata has de tener mucho cuidado con el tipo de gesto que haces. Ahora bien, si hay dos japoneses- Kawahari y Osugi- que se han dedicado a estudiar qué gesto es el más apreciado por tus congéneres, entonces ya debes hacerles caso y beneficiarte de los resultados.
¡Tachán tachán! el gesto que puede aportarte hasta un 30 % más de popularidad y que incluso te ayudará a transmitir una imagen más simpática es: asentir. Si bien en 2003 un estudio a este respecto confirmaba que el que asiente suele estar en desacuerdo con lo que escucha, los dos antedichos confirman que da igual.
O lo que es lo mismo, la persona que te está hablando solo quiere que le escuches y que le des la razón. Da lo mismo que te esté clavando una trola insoportable o contándote sus andanzas del fin de semana, tú asiente. ¿Sabes ya por qué es tan popular el perrito que se solía poner en la parte trasera de los coches?
No se trata de mover la cabeza arriba y abajo como si te hubieran soltado un nervio del cuello. El objetivo es que la otra persona no se percate de que, en el fondo, le estás mintiendo. Es decir, tu movimiento de cabeza ha de ir acompañado de tu lenguaje gestual. No cruces los brazos, no mires el móvil, no gires el cuerpo hacia otra dirección y no hagas el pino mientras asientes.
Si puedes añadir alguna interjección del tipo «claro, claro», «¿no me digas?» y «¿qué pasó?» mejor que mejor. Ahora bien, deja el piloto automático porque no vaya a ser que alguien te diga que está deseando suicidarte y le respondas de la primera de las antedichas maneras.
Un truco que no falla es el de coger el hilo de la conversación y luego subrayar con algún gesto (poner la mano en el hombro, cogerle la mano) que estás mostrándole tu apoyo más sincero. Si la persona se viene abajo abrázala y aguanta el tipo. Quizá mañana necesites de un gesto similar.
Los investigadores arriba mencionados han dejado bien claro que el estudio se hizo con una serie de iconos en 3D y en Japón. La aplicación en otros países está todavía por ser comprobada. La famosa frase «¿me estás dando la razón como a los locos?» suele ser demasiado utilizada en estas circunstancias. No olvides nunca que ser simpático y escuchar a los demás es gratis y beneficioso para tu salud.
Lo malo será cuando el interlocutor te suelte algo que no tiene nada que ver con lo que venía comentando para cazarte. En España somos maestros en el uso del lenguaje por lo que sería conveniente que estuvieras al tanto de la conversación lo máximo posible. Deja de pensar en tus cosas por unos minutos y compórtate, ¡hombre ya!