Una feliz noticia para la pareja que, desgraciadamente, llega acompañada de otras no tan buenas. Antes de anunciar su embarazo, Pombo compartió con sus seguidores la cara amarga de la vida, esa que habitualmente no suele aparecer en las redes sociales: le estaban haciendo las pruebas para ver si padecía esclerosis múltiple, pues presentó algunos síntomas y, al padecerla su madre, tiene posibilidades de haberla heredado.
«Efectivamente, tengo esclerosis múltiple y me empiezo a tratar la semana que viene con un tratamiento que es compatible con el bebé, que no le va a hacer daño«, expresaba la influencer a través de las historias de Instagram.
Al parecer, al estar embarazada no hay muchas opciones de tratamiento, y tendrá que esperar a dar a luz para buscar una alternativa mejor. No obstante, ya durante el embarazo irá tratando la enfermedad para hacerle frente lo antes posible.
María Pombo ha tranquilizado a sus seguidores, afirmando que tiene «una razón muy grande para ser feliz«, algo primordial que ahora le hace estar con la ilusión y las emociones por las nubes. Esa razón no es otra que la llegada de su bebé.
La madrileña está embarazada de 12 semanas, a punto de finalizar el primer trimestre de gestación, por lo que aún le esperan seis meses por delante para disfrutar de su embarazo y el momento tan especial que está viviendo. Lo que tenga que venir después, esa «mochila de piedras» con la que hace referencia a los momentos duros de la vida, vendrá.