El artista ha usado las palabras perfectas para describir sus directos: “Adrenalina, corazón y vida”. Porque las canciones son historias que revuelven por dentro y toda la experiencia que ha compartido en estos vídeos nos está llenando de todo eso y más.
El de Qué bonito es querer nos llena el alma con sus palabras sin tan siquiera haber podido saborear sus conciertos. Pero da igual. Si no has viajado a sus actuaciones seguro que te ha transmitido toda la magia que se crea solo con sus publicaciones y sus palabras.
“En las noches de concierto la comunión que se crea arriba y debajo del escenario es sagrada. Un sentimiento que dura por momentos y que puede quedar para siempre”. Y qué cierto es. Un concierto puede llegar a durar entre una o dos horas, pero en esos instantes no existe nada más que el artista y la gente de alrededor que comparte el mismo sentimiento que tú.
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