Beatriz Luengo ha manifestado en redes sociales su consternación y sentido dolor por el presunto asesinato a manos de su padre de las pequeñas Olivia y Anna. El cadáver de Olivia fue hallado ayer en el fondo del mar. El de Anna lo siguen buscando.
La intérprete de Juntos somos más hizo referencia en voz alta a través de su Instagram al desconsuelo, angustia y profunda aflicción que la madre de las dos niñas está sufriendo desde hace días. La aparición del cuerpo de una de las pequeñas ha acabado con cualquier esperanza.
«Una vez escuché en televisión a una mujer decir:
– cuando pierdes a tu marido te llaman “viuda”, cuando pierdes a tus padres “huérfana” pero cuando pierdes a un hijo… (hacia una pausa y miraba a cámara con los ojos llenos de lágrimas y casi sin voz decía) :
– Cuando pierdes a un hijo, ESO no tiene nombre.
Hoy lloró a mares porque no me imagino como se debe sentir #beatriz que ha perdido a sus dos hijas.
Y lo más triste es que la gente de alrededor decía: es un buen padre… 😞
Ojalá arda en el infierno esta vida y 7 más.
Perdón la rabia.
Descansen en paz estos dos ángeles y ojalá su familia encuentre fuerza para seguir adelante.
Que dolor Dios mío… 😢
……..
Ilustración @madebycarol
Olivia, de 6 años, y Anna, de 1 año, desaparecieron el 27 de abril después de que Tomás Gimeno, su padre no se las diera a Beatriz Zimmermann, la madre de las dos pequeñas. El padre advirtió a la madre de que no volvería a verlas.
La expareja de Beatriz no aceptaba la separación y no soportaba que la nueva pareja de la madre pasara tiempo con sus hijas. De hecho llegó a atacarle en un aparcamiento.
El día de la desaparición de las pequeñas, las recogió a las 17.00 horas para pasar la tarde con ellas.
Estuvo en casa de sus padres hasta las 19.30 horas y después regresó a su domicilio, donde permaneció solo con las niñas durante dos horas.
La madre, desesperada porque a las 21:00 horas, aún no le había entregado a sus hijas, comenzó a llamarle de forma insistente.
A las 21.30 horas, las cámaras del puerto de Santa Cruz de Tenerife grabaron a Tomás Gimeno solo, sin las pequeñas, llevando dos bolsas grandes militares y bultos desde su coche hasta la embarcación de recreo de su propiedad.
