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La muerte de José María Íñigo, a juicio por una posible intoxicación con el amianto en los estudios de TVE 

Noelia Bertol

José María Íñigo ha sido una de las figuras más destacadas de la televisión. El clásico presentador de televisión estuvo al frente de algunos de los programas más destacados de la década de los 70 y los 80, tales como Estudio Abierto, Esta noche… fiesta o Directísimo. Pero también fue una gran figura de la radio y, de hecho, desde 2011 hasta 2017, su voz ha estado tras la narración del Festival de Eurovisión.

Lamentablemente, el 5 de mayo de 2018 el presentador fallecía a causa de un mesotelioma pleural, un tumor que está asociado directamente con la exposición al amianto. Al conocer esta noticia en el año 2015, el presentador interpuso una demanda a TVE por la presencia de este material en sus estudios de Prado del Rey durante años.


El Estudio 1, en el que José María Íñigo pasó largas jornadas de su vida profesional, estaba insonorizado a través de una mezcla de materiales que incluían fibra de amianto. En Diario16 explicaban cómo había podido llegar partículas de este a intoxicar al presentador: «Las vibraciones en la estructura del plató hacían que una fina ‘llovizna’ de polvillo grisáceo cayera sobre los trabajadores y sobre el resto del personal allí presente«.

Si bien en el año 2012 se derrumbaron algunos de los estudios de Prado del Rey a causa del amianto, el proceso de ‘limpieza’ de este material ha continuado tras la muerte del presentador, la cual ahora un juez podría asociar directamente a la exposición continuada a este material durante años.

A la espera de la sentencia

 

La familia de José María Íñigo ha continuado tras su muerte la lucha que inició el presentador al conocer lo que podría ser la causa de su enfermedad, y si un juez les diera finalmente la razón declarando su muerte como Enfermedad Profesional, Televisión Española tendría que asumir responsabilidades

Este material tóxico fue muy popular hasta hace apenas unas décadas por sus características aislantes y su capacidad de conservar el calor, además de su barato coste, pero con el tiempo se descubrió que el contacto continuado al mismo puede provocar enfermedades respiratorias tales como cáncer de pulmón, la más mortal de todas. El desconocimiento de esto hace unas décadas ha hecho que muchas personas hayan fallecido a causa de la intoxicación por amianto. 

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