Desde pequeños nos enseñan que el amor es un éxito y un fin en sí mismo. Por eso si atraemos a varias personas a la vez nos sentiremos afortunados y realizados. Elegir entre dos pretendientes puede parecer divertido, pero es un dilema tan difícil como delicado. Los sentimientos de otras personas están en juego y quizá el rumbo de nuestra vida también lo esté.
Pedro tiene 50 años y conoció a su actual pareja hace cinco. Decidieron vivir juntos hasta que ella encontró trabajo como interna. La mujer a la que cuidaba falleció, pero el hijo de esta siguió contratando a la pareja de Pedro. Ante esta situación Pedro sospechaba de una posible infidelidad. En ese momento conoció a una chica que llegó hace dos meses a España. Quiere casarse con él para regularizar sus papeles, aunque reconoce que además le ha cogido cariño. Apenas se conocen y Pedro ni siquiera sabe su nacionalidad. Cuando le explicó la situación a su pareja, ella también le pidió matrimonio. Ve cosas positivas en estas dos mujeres y no sabe qué hacer.