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Poesía para los oídos: Joaquín Sabina o Vanesa Martín escribieron los versos más tristes

Noelia Bertol

23/03/2021, a las 08:06

El domingo 21 de marzo se celebró el Día Mundial de la Poesía. Este arte literario está estrechamente relacionado con la música, y es que muchos de nuestros artistas tienen alma de poeta.

Algunas, como es el caso de Vanesa Martín o Rozalén, publicaron sus propios poemarios o libros con reflexiones que nos invitaban a sentir encontrando el sentido de las cosas, uno de los fines de la poesía.

Como ellas, numerosos compositores talentosos formaron sus repertorios partiendo de versos que se vistieron de canciones gracias a la música, pero que desnudándolas de esta son ni más ni menos que poesía.

Marwán no es que tenga alma de poeta, es que lo es en toda regla. Sus canciones tienen mensaje, nos atraviesan y plantan en nosotros una semilla que cobra vida. Como él, Andrés Suárez o Alejandro Sanz han conseguido también esta hazaña con sus canciones.

En este post recopilamos algunos de los versos más tristes por la crudeza de sus palabras. Que la poesía al fin y al cabo son jarros de agua fría de realidad.

Tengo demasiado tiempo libre para ser feliz
Tengo que salir de aquí
me estoy volviendo cuerdo (Andrés Suárez – Imagínanos)

Me ha llamado Caballero la puerta de un lavabo.
Me he mirado en el espejo,
no era cierto y he llorado (Andrés Suárez – No te quiero tanto)

Cuanto más dura es la pena más cargado viene el ron.
Me está diciendo la razón: ‘esta noche fue la buena’ (Andrés Suárez – Más de un 36)

marwan

¿Cómo hacer que vuelvas,
si la urgencia que ahora siento por tu boca
durará dos bailes y se marchará
cuando el suelo esté cubierto con tu ropa? (Marwán – Cómo hacer que vuelvas)

Si quieres yo te cuento
las cosas que te pasan
cuando abres al amor
dejando la cadena echada (Marwán – Un día de estos)

Soy tan tuya que ni yo,
ni yo misma lo aguanto (Vanesa Martín – Sintiéndonos)

Qué raro se hace el camino de vuelta,
que injusta la batalla de decir adiós (Vanesa Martín – Me olvidé del azul)

Tengo las manos saladas de bañarme en la playa,
de bailarte desnuda cuando tu ya no estabas (Vanesa Martín – Dónde)

Amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño (Joaquín Sabina – Amor se llama el juego)

No hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió (Joaquín Sabina – Con la frente marchita)

Las mejores promesas son esas
que no hay que cumplir (Joaquín Sabina – Yo también sé jugarme la boca)