Salir de una relación tóxica es difícil, pero no imposible. Una vez que detectemos el problema con el apoyo de nuestros seres queridos y una actitud decidida podremos superar nuestros miedos y seguir adelante. Es muy importante tener presente lo que está sucediendo y pedir ayuda en cuanto sea necesario.
Sandra lo sabe de sobra. Una vez que se mudó a España, reapareció en su vida un antiguo novio de la adolescencia. Ella acababa de divorciarse, así que él le dijo todo lo que quería escuchar. Volvió a Argentina para rehacer su vida con esta persona trabajando en su empresa. Dependía económicamente de su pareja, quien casi nunca le pagaba el sueldo. Sandra aprendió que las personas no cambian a partir de cierta edad y que a la mínima señal hay que huir. Asegura que al terminar una relación toxica es muy importante procesar el problema porque de lo contrario, puedes caer en algo similar.