Pan, leche, azúcar, huevos y aceite son la base de las torrijas, además del pan. Se trata de ingredientes muy calóricos por su alto contenido en hidratos de carbono y a esto hay que sumarle las proteínas y grasas de la leche y el huevo, los azúcares del azúcar y la grasa del aceite de la fritura.
Puedes empezar por utilizar ingredientes más ligeros, por ejemplo en lugar de pan blanco utiliza pan integral que es más saludable y sacia más aunque calóricamente sea más o menos igual que el blanco.
Utiliza leche desnatada, perderás un poquito en sabor pero también perderás calorías.
Lo normal es rebozar la torrija en huevo y freírla en abundante aceite. Esto suma muchísimas calorías al postre.
Una buena opción puede ser no freírlas y hacerlas por ejemplo al horno, pásalas por huevo batido y hazlas al grill hasta que se doren. Luego puedes añadir un poco de azúcar y canela para que se caramelice la superficie.
Y hablando de caramelizar, si tienes un soplete de cocina puedes espolvorear azúcar y canela encima de la torrija y quemarlo. Te evitarás tener que freírlas.
Puedes hacerlas también a la plancha, pasándolas por huevo y en una sarten plana sin aceite. Más ligeras imposible.
Además puedes sustituir el azúcar final por un poco de canela y fruta fresca.
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