Bicicletas •
Robos •
Se trata de Alan Quintana, un joven que llevaba días lamentando haberse quedado sin su bicicleta. El supuesto ladrón aprovechó que se fue al gimnasio y cerró mal la puerta para llevársela sin dejar rastro.
Como será el karma que, días después, él se encuentra un modelo idéntico en una página de compraventa y decide llegar hasta el final del asunto. Escribió al vendedor y le pidió quedar para confirmar que se tratara de su bici.
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