El maltrato no es solo físico, sino que también puede darse psicológicamente. Pero está menos visibilizado dado que existen trabas para demostrarlo.
Beatriz estaba casada y se divorció del que era su marido, porque ya no era feliz con la persona que tenía al lado. A todo esto, su ex marido no reaccionó bien, según él, no lo debería de haber hecho. Es a partir de aquí donde empieza el maltrato psicológico hacia ella. Para las dos hijas que tienen en común, una de 9 y otra de 15, Beatriz es la mala madre. Ahora ella es una persona ajena a lo que es el núcleo familiar y él busca aparentar que es el bueno de esta historia. Según nuestra protagonista, le está poniendo en contra a sus hijas. Beatriz no lo ha denunciado nunca por no poner en peligro a las niñas.