Converse como nuevas: límpialas con estos ingredientes que tienes en casa

Son cómodas y muy versátiles pero también se ensucian y amarillean con mucha facilidad

Ana Más

Si te encanta llevar zapatillas blancas en especial las típicas Converse o similares pero a la hora de limpiarlas no te haces con ellas y nunca terminas de quitarle ese feo tono amarillo,  te contamos cómo hacerlo con un sencillo truco y con ingredientes que seguro tienes en casa.

Y es que son cómodas y muy versátiles pero también se ensucian y amarillean con mucha facilidad. Hemos encontrado este truco en Instagram para dejarlas como nuevas. Te lo contamos.

Desde @sweetcarolblog proponen la siguiente forma de hacerlo, lo primero es quitar los cordones de las zapatillas y meterlos en un cubo en el que mezclaremos agua tibia, un chorro de lavaplatos o detergente y tres cucharadas de percarbonato.


Converse como nuevas con estos ingredientes que tienes en casa seguro


A continuación preparamos la mezcla para limpiar las zapatillas con un chorro de detergente o lavaplatos y percarbonato, lo mezclamos hasta que conseguimos una mezcla espesa con la que untaremos las zapatillas con una brocha y sin dejarnos ningún rincón, incluso por el interior de las mismas. Dejaremos secar durante media hora al aire libre pero sin que le de directamente el sol.

Después de  media hora mete las zapatillas en el cubo dónde metiste al principio del proceso tus cordones y déjalas en remojo unas tres horas. Aclara deja secar y te quedarás impresionada con el resultado.

Algunos otros usuarios de Instagram dan otros trucos como echarle un anti grasas, frotar con un cepillo y meterlos en la lavadora o simplemente meterlas en la lavadora.

Nosotros recuperamos otro truco que ya te contamos en una ocasión para lavar tus playeras que también tiene muy buen resultado, consiste en poner en un barreño agua caliente y lejía neutra. La lejía es un poco más abrasiva, por eso es conveniente aplicar en nuestras zapatillas crema limpiadora o gel de aloe vera, después frota tus zapatillas con un cepillo mojado en la mezcla de agua y lejía, insistiendo en las zonas más sucias. Por último retira con agua todos los restos y deja que sequen.

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