Una joven medita desde su hogar.

Desmontando los mitos del ‘mildfulness’: Por qué nos cuesta tanto dejar la mente en blanco

El deseo de conseguir no pensar en nada es algo que muy pocos consiguen

Teresa Moreno

¿Has probado la meditación y no has logrado dejar tu mente en blanco? ¿Has seguido intentándolo y no has obtenido el resultado deseado? ¡Bienvenida al club! El esfuerzo por no pensar en nada es el deseo de muchas de nosotras para conseguir aliviar la ansiedad, el estrés y las preocupaciones del día a día.  

Según la directora en España de la aplicación de meditación Petit Bambou, Myriam Campello, dejar la mente en blanco es matemáticamente imposible. Así lo ha declarado a la revista S Moda de El País hablando abiertamente de que las personas tenemos gran carga mental y que lo único que buscamos es calmar nuestros pensamientos. Por eso, recurrimos a la meditación para tratar de apagar todas las voces interiores que tenemos dentro. 

También matiza que la respiración y la meditación son dos técnicas diferentes. Muchos de los que empiezan en el mundo del mindfulness suelen centrarse en la respiración y en conectar con las sensaciones de su cuerpo. Sin embargo, no todos consiguen llegar al siguiente nivel: la meditación, la cual sirve para entrenar la mente y apartar todos los pensamientos negativos.  


Una chica trata de relajarse con respiraciones profundas.
Getty

Sin embargo, aunque este sea el objetivo que todas anhelamos conseguir, la realidad es otra. Según explica la directora de la aplicación, los seres humanos siempre estamos con un piloto automático ecendido, en el que vamos de pensamiento en pensamiento sin un orden. Y esta falta de cohesión es justo lo que nos produce la ansiedad o el estrés.  

En el momento que salimos de la rutina y hacemos una actividad que nos gusta ponemos toda nuestra atención  y la mente deja de pensar. Por tanto, la mente solo descarga y desconecta, pero jamás la deja en blanco.

Nuestro cerebro crea impulsos para que se formen esos pensamientos en nuestra mente, pero luego le resulta muy complicado detenerlos. Y es ahí donde encontramos la respuesta a por qué nos resulta tan difícil que nuestra mente se quede en blanco.  

Eso unido a que la meditación es una técnica que, solo unos pocos consiguen dominar, provoca que el resto de principiantes abandone la idea de querer seguir intentándolo. Aun así, la respiración profunda y pausada ayuda a que tu cuerpo y tu mente se relajen. ¡Comienza por ahí!

La respiración ayuda a reducir la ansiedad 

Según un estudio publicado en la revista Journal Neurophysiology nuestro cerebro se comporta de forma muy diferente cuando incorporamos nuevas técnicas de respiración a nuestro organismo, además de que ayuda a calmar las tensiones y la ansiedad. Por lo que introducir este método en nuestra rutina, por ejemplo, a la hora de dormir nos podría ayudar descansar más profundamente.  

El yoga, ¿el deporte de moda? 

Practicar yoga es algo a lo que pocos han podido resistirse en los últimos tiempos. No sabemos si por moda o más bien porque es la forma que muchos encuentran para relajarse y calmar el estrés en el día a día, ya que por falta de tiempo y pereza nunca encontremos el momento idóneo para hacer este tipo de prácticas. 

Lo cierto es que este deporte ayuda a mejorar la flexibilidad y la forma física, además de regular las emociones. A esto hay que añadirle que también contribuye a disminuir el estrés, la ansiedad, la depresión y hasta el insomnio.  

Sus beneficios son muy valiosos para la salud, pero también genera muchas frustraciones para aquellos que se quedan a mitad del camino. Por lo que, en su lugar, estaría bien que te centrases en lo que consigues y no en lo que podrías alcanzar. Empieza por las técnicas de relajación para calmar el estrés y después, prueba poco a poco este deporte. A medida que vayas avanzando y controlando tu cuerpo y tu mente irás pasando al siguiente nivel.

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