Esto es lo que se deduce del informe elaborado por Toll Free Forwarding, una empresa internacional de telecomunicaciones. “Si bien la tecnología ha sido excelente para la creación de empleo, la productividad y el aprendizaje de nuevas habilidades, existe una creciente evidencia que revela los efectos negativos que la tecnología puede tener en nuestros cuerpos”, explican.
Para elaborar el informe se han basado en estudios, investigaciones científicas y opiniones de expertos sobre el tema que posteriormente han plasmado en imágenes 3D en las que explican cómo podría cambiar la anatomía del ser humano en unos años, aunque no han tenido en cuenta otros posibles factores de evolución.
Jorobados, bajos, con cerebros pequeños, ojos rojos y manos como garras: así seremos dentro de mil años, deformados por la tecnología según una investigación encargada por la empresa estadounidense https://t.co/a54NcjHC0X.#scienc…https://t.co/JeBS1xQI8L https://t.co/w1umfd71B6
— Giancarlo Giansante (@GiancarloGians) November 7, 2022
Para ello han creado a Mindy, un modelo en 3D que tal y como explica el estudio «presenta joroba, cuello encogido, mano en garra, codo en ángulo recto, un segundo párpado interior, un cráneo más grueso y un cerebro más pequeño.»
Respecto a la joroba y el cuello encogido, el experto en salud y bienestar de Maple Holistic, Caleb Backe, explica que “pasar horas mirando tu teléfono tensa el cuello y hace que tu columna pierda el equilibrio. En consecuencia, los músculos de su cuello tienen que hacer un esfuerzo adicional para sostener su cabeza. Sentarse frente a la computadora en la oficina durante horas y horas también significa que su torso se estira frente a sus caderas en lugar de apilarse recto y alineado”.
Mindy a su vez presenta un brazo con cambios anatómicos significativos por el uso del teléfono inteligente. Una es la mano en garra que surgiría por sostener constantemente el móvil en la mano curvando los dedos en una posición poco natural durante largos períodos de tiempo. Además de tener el codo de 90 grados, conocido como “codo de teléfono inteligente”, por la posición típica del brazo al sostener y usar teléfonos inteligentes.
Además, Mindy tiene un cráneo un poco más grueso para protegerse de los posibles daños causados por la radiación que liberan los móviles que ya en 2011 la OMS clasificó como “posiblemente cancerígena para los humanos». Existe un estudio de 2018 que sugiere que puede afectar al desarrollo de la memoria en adolescentes. Sin embargo se trata de efectos adversos que no han sido hasta ahora demostrados de forma inequívoca.
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