Linda Evangelista reaparece: «Jamás pensé que acabaría viéndome así.»

La modelo muestra su cuerpo tras someterse a un tratamiento de estética

Ana Más

Linda Evangelista tiene cincuenta y seis años y su historia como modelo tuvo su punto álgido en los años 80 y 90, donde triunfaba en pasarelas y portadas junto a nombres cómo Naomi Campbell, Cindy Crawford, Carla Bruni, Helena Christensen, Christy Turlington, Elle Macpherson o Claudia Schiffer .

Y es que en aquel momento la modelo supo sacar partido a su naturalidad y confianza sobre las pasarelas, convirtiéndose en una estrella, sin embargo ahora no pasa por un buen momento. En septiembre del año pasado se sometía a un tratamiento estético que la dejaba «brutalmente desfigurada», impidiendo que pudiera seguir trabajando.

Se trataba concretamente de CoolSculpting, un tratamiento de lipoescultura basado en la criolipólisis, que reduce la grasa aplicando frío que provocó en la modelo justo el efecto contrario.


Linda Evangelista : «¿Por qué sentimos la necesidad de hacerle eso a nuestros cuerpos?«

Así lo ha explicado la propia Evangelista: «Aumentó, que no disminuyó, mis células de grasa y me deformó de forma permanente, incluso después de pasar por dos cirugías correctoras muy dolorosas sin éxito. Me han dejado, como ‘irreconocible’. Además, he desarrollado hiperplasia adiposa paradójica o PAH, un riesgo del que no me advirtieron antes de someterme al tratamiento».

Por si esto fuera poco, la operación ha hecho caer a la modelo en una profunda depresión que según ella misma ha asegurado le ha hecho convertirse en prácticamente una ermitaña.

Ahora da un paso más y muestra su imagen actual en la revista People, dónde además ha relatado el calvario por el que ha pasado y del que tiene toda la intención de salir.

“Amaba subirme a una pasarela. Ahora me da miedo cruzarme con algún conocido. Pero no puedo vivir así nunca más, escondiéndome y con vergüenza. No podía seguir viviendo en este dolor durante más tiempo. Estoy decidida a hablar”, explicaba.

Además ha iniciado toda una batalla legal contra Zeltiq, la marca comercial de CoolSculpting, a la que reclama 50 millones de dólares en daños.

Además ha hablado sobre la necesidad de someterse a retoques estéticos: “¿Por qué sentimos la necesidad de hacerle eso a nuestros cuerpos?. Siempre supe que envejecería, pero jamás pensé que acabaría viéndome así. Ahora no me miro al espejo porque no me reconozco físicamente, pero tampoco me reconozco como persona”.