Los responsables de este adelanto son, según los expertos la obesidad y a los disruptores endocrinos externos. La comunidad científica explica que esa etapa de de tránsito entre la infancia y la edad adulta comienza con la aparición de la telarquia en las niñas o el crecimiento testicular en los niños.
En declaraciones a El País, Raquel Corripio, portavoz de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica explica: “Entre los nueve y los 13 años, el 99% de las niñas presentan algún cambio puberal. Tan normal es hacerlo a los nueve, como a los 10 o a los 11″. Eso sí, por debajo de los ocho (de los nueve si son niños), se considera una pubertad precoz y requiere de un estudio médico para decidir si precisa tratamiento o no.»
Los expertos achacan este inicio temprano de la pubertad, en el caso de las niñas sobre todo a la obesidad, y es que aunque no hay certezas todos están de acuerdo en que «hay una correlación entre las chicas con un índice de masa corporal (IMC) más alto y un inicio más temprano de la menarquia (primera regla) y la telarquia.»
Y tal cómo explica al mismo medio, la coordinadora de investigación clínica de Endocrinología del Hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona Lourdes Ibáñez, un aumento súbito de peso basta para detonar el inicio temprano de la pubertad. “No hablamos de estar obeso. Un cambio de peso de tres kilos en un mes ya puede ser suficiente”.
Otra posible causa que Anders Juul, autor del estudio publicado enJama Pediatrics y jefe del Departamento de Crecimiento y Reproducción del Rigshospitalet de Copenhague, son los disruptores endocrinos, unas sustancias químicas que están en el medio ambiente e imitan las hormonas dentro del cuerpo, «Se encontró altos niveles de ftalatos asociados a un inicio temprano de la pubertad, pero no se pueden sacar conclusiones generales firmes de los estudios en humanos”, explica.
Pero además los expertos señalan más factores cómo la salud mental. Y es que tal y cómo explica Lourdes Ibáñez, el hipotálamo que es la parte del cerebro que segrega la hormona liberadora de gonadotropinas, clave para el desarrollo de la pubertad, “es muy sensible al estrés y esto puede favorecer el inicio de la pubertad o inhibir la ovulación”.