«A finales de este siglo seremos cuatro especies humanas», según un reputado arqueólogo

Eudald Carbonell ha centrado gran parte de su carrera en Atapuerca

Ana Más

Eudald Carbonell, ha desarrollado casi toda su carrera como arqueólogo en en Atapuerca, es uno de los 38 miembros fundadores de la Academia Internacional de Prehistoria y Protohistoria (AIPP). En diciembre dijo adiós a su trabajo como profesor en la Universitat Rovira i Virgili (URV) y este verano cerrará su etapa en el yacimiento.

El arqueólogo ha formado parte de dos de los descubrimientos más importantes de la evolución humana, tal y como explican desde 20Minutos, la aparición en la ‘Sima de los Huesos’ del famoso ‘Miguelón’, el cráneo número 5 y el hallazgo del Homo antecessor, con más de 800.000 años de antigüedad.

Acaba de publicar El Homo ex novo, dentro de la colección Origen. Cuadernos Atapuerca. Un texto en el que se plantea incluso la posibilidad de que a finales de este siglo surjan nuevas especies humanas. Un texto en el que Carbonell «explora la memoria de la especie, los logros y problemas que hemos ido solventando a lo largo del tiempo, y concluye que es hora de actuar de manera coordinada y abierta, admitiendo a nuevas formas de ser humanos (incluyendo parahumanos, humanoides y elementos biotecnológicos)», tal y como explican desde la web de la Universidad de Burgos.


El arqueólogo explica como ha influido en él su trabajo en Atapuerca 

 

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En su entrevista con 20Minutos, Carbonell explica que probablemente a finales de este siglo «seremos cuatro especies: el homo editus, los que serán editados en los laboratorios; el homo prótesis, los que serán modificados genéticamente para poder hacer frente a patologías, los homo sapiens restrictus, los que no serán modificados; y, por supuesto, los que se puedan ir haciendo a nivel de mecatrónica».

Refiriéndose al título de su último trabajo, explica que para crear un Homo ex novo libre de cualquier atadura, «debemos caminar hacia una autoedición, con la posibilidad de integrar máquinas y humanos, sacar el máximo partido a la inteligencia artificial y a la mecatrónica y convertir nos en protagonistas de la evolución, rompiendo la barrera de lo orgánico y lo inorgánico», tal y como explican desde la web de la Universidad de Burgos.

Varias personas observando la restauración de Atapuerca.
Education Images/Universal Images Group via Getty

Además habla de como ha influido su trabajo en Atapuerca en sus ideas sobre la evolución humana y explica lo siguiente, «Antes yo creía que el pasado era fundamental para entender el presente y construir el futuro. Y ahora pienso que nuestra especie debe tener muy claro qué hacemos en el futuro para después poder probar qué habíamos hecho en el pasado. Son dos cuestiones fundamentales que me han influido en estos casi 45 años.»

 

 

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