Así lo cuenta la presentadora en «El chico de las musarañas», el libro que acaba de lanzar, en el que también figura como autor Aless Lequio.
«Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo», confiesa Ana.
«No sé qué parte de verdad hay en lo que cuenta esta mujer», así de contundente es José Cabrera con estas palabras de Ana Obregón. «A mí me parece que estamos ante un esperpento. Como ciudadano y psiquiatra lo veo triste, lo veo trágico. Es una locura».
Joaquín Moeckel está de acuerdo y añade: «Es un esperpento absoluto. Si genéticamente este chico que tuvo esta enfermedad puede que se pueda derivar a esta nueva criatura».
Por otro lado, ella recuerda los ánimos de Alessandro Lequio en aquellos momentos: «Ana, por Dios, abre la puerta. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?»
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