La ducha, mejor con la mano que con la esponja: y hay un porqué

La esponja puede alterar la barrera protectora de la piel

Ana Más

Ducharnos y la limpieza en general es el primer gesto de belleza, además de ser todo un placer. Y es que la ducha afecta incluso a nuestro estado de ánimo. Ducharnos por la mañana nos ayudará a despertarnos sin embargo por la noche nos relaja y nos ayuda a desconectar. En la ducha juegan un papel muy importante la temperatura del agua, los geles, las cremas y algo muy importante: la esponja.

Hay fragancias energizantes como los geles con notas cítricas o más relajantes como la lavanda. Bastará con utilizar una cantidad aproximada de una o  dos cucharadas de gel cada vez que nos duchemos, emulsionar e ir lavando por orden partes íntimas, axilas, cuello, pies y resto del cuerpo. Bastará una sóla jabonada una vez al día, nunca más de dos.

Pero ¿cómo es mejor enjabonarse, con o sin esponja?. Desde sabervivirtv.com explican que los dermatólogos cada vez desaconsejan más su uso ya que « la esponja puede alterar la barrera protectora de la piel y además es un reservorio de patógenos».


Mejor que esponja, utiliza la mano para enjabonar

Dispenser with white liquid soap or shower gel, for intimate hygiene. Woman’s hands pushing a button. White toilet soap in female hands against the background of a fragrant foam bath. Relaxation and beauty treatments. Natural beauty, daily skincare routine. Moisturizing, cleansing

La alternativa es clara, utilizar nuestra propia mano, sin más ya que «simplemente el agua de la ducha cayendo por todo el cuerpo ya afecta a la capa de lípidos que protege la piel. Ni siquiera necesitaríamos utilizar jabón a diario, tampoco en los genitales», explican desde el mismo medio.

Desde el que también aluden a un estudio estudio publicado en Journal of Clinical Microbiology que analizó la cantidad de bacterias potencialmente patógenas para nuestra piel que se acumulan en las esponjas de lufa, que son un tipo de esponjas naturales con efecto exfoliante. Pues bien, comprobaron que este tipo de esponja eran idóneas para que crecieran en ellas bacterias dañinas del tipo de Pseudomonas, Xanthomonas, Klebsiella, E.coli,  Enterobacter, Enterococcus o Streptococcus del grupo B.

Además desde la Academia Española de Dermatología advierten que «El uso de esponjas o cepillos exfoliantes pueden irritar la piel y pueden favorecer infecciones cutáneas, al ser nichos para la proliferación de bacterias». Y además explican que  la fricción puede erosionar la piel y desprotegerla. Así que la recomendación parece clara: no utilizar esponja.