Sin embargo muchos usuarios todavía son reticentes a repostar en ellas porque piensan que los carburantes que ofrecen son perjudiciales para su vehículo. Pero, ¿qué hay de verdad en esto?. Desde 20 Minutos lo aclaran, «el carburante de este tipo de surtidores es prácticamente igual al de las gasolineras ‘normales’, ya que todos los combustibles que llegan a las estaciones de España están regulados» y es que la Ley de Hidrocarburos «establece unos estándares de calidad y protocolos específicos, por lo que todo el gasoil y la gasolina cumplen con la normativa establecida», añaden.
Sin embargo hay algo en el que el carburante low cost se diferencia del normal: en los aditivos. Las gasolineras normales si los añaden a los carburantes, mientras que las de bajo coste pueden no hacerlo y esto tiene efectos para nuestro coche. Las grandes marcas cargan el combustible en camiones cisterna y añaden elementos a su producto para potenciar sus características y así «lograr aumentar el rendimiento de sus gasolinas y diésel, facilitar su inyección y efecto anticorrosión o incluso disminuir el olor del diésel puro», explican desde racc.es. Un extra que por supuesto tenemos que pagar.
Y es que la falta de aditivos puede hacer que nuestro coche consuma más carburante aunque no por eso se va a deteriorar el motor o vamos a tener una avería importante. Desde racc.es añaden que la idea de que para ofrecer precios más bajos estas gasolineras añaden otros líquidos no es cierta. «Solo una empresa, CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), puede suministrar combustible a una estación de servicio».
Y si todavía tienes dudas con respecto a por qué las gasolineras low cost ofrecen precios más bajos desde la misma web dan algunas de las razones:
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