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La mujer de Dani Alves, Joana Sanz, desolada: «Me siento sola, ¿sabes?»

La modelo se enfrenta a uno de los peores momentos de su vida

Ana Más
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Joana Sanz (2)
Joana Sanz, la mujer del futbolista Dani Alves lleva semanas en el punto de mira desde que su marido ingresara en prisión por la presunta agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona, la noche del 30 al 31 de Diciembre pasado.

La modelo declaraba hace unos días tras ir a visitarle que no le iba a dejar en el peor momento de su vida, a pesar de que está viviendo probablemente los peores momentos de su vida, ya que a la detención de su marido se une el fallecimiento de su madre hace un mes, a la que ha querido recordar subiendo un video a sus redes en el que se ve a su madre sonriente y bailando.

Unas imágenes que ha acompañado de una dolorosa carta en la que se dirige a ella, rompiéndose emocionalmente por completo y es que no es para menos.


Joana Sanz pide que la comprendan y no la juzguen

«Hoy hace un mes que tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida; dejarte ir. Sigo con la sensación de que al llegar a casa, me vas a recibir con ilusión. Duele tanto sentir tu olor y no escucharte», comenzaba escribiendo.

Luego continuaba expresando lo mucho que la echa de menos y la necesita, » Necesito tanto de tu abrazo, de verte reír o bailar… Necesito tu alegría. Me dijiste que no llore y te prometo que pongo todo de mi parte para no hacerlo. Tengo mis días más animados pero ese frío interno, siempre me acompaña… Y a veces, me rompe en mil pedazos».

Sanz termina la carta desolada por completo reconociendo que se sentía sola, » Me siento sola, ¿sabes? Me dijiste que donde quiera que esté tú ibas a estar conmigo, pero no te siento. Me querrá mucha gente y lo aprecio, pero el amor de madre solo es uno».

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Además hace unos días la mujer de Alves pedia a sus seguidores que no la juzgaran ni castigaran por la manera en la que intentaba superar tanto dolor,  «No me castiguen ni me juzguen si me ven bailar o sonreír, tan solo intento sanar mis heridas a mi manera, a la que a mi me hace bien, a la que a mi madre le gustaría».

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