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La historia de un perro que muere de tristeza al fallecer su dueño se hace viral

Te invitamos a entrar en la vida de Víctor, Nova, Dante y Eliot.

Nuria Serena

«Hoy les voy a contar cómo creo que mi perro, Dante, decidió seguir al amor de mi vida cuando falleció y cómo Dante se despidió de mi antes de irse». Así comienza esta historia que se ha hecho viral en redes y que queremos reproducir en cadenadial.com.

La cuenta en primera persona Víctor Coronado en un hilo que nos ha hecho sacar el pañuelo varias veces mientras lo leíamos y que ha sido compartido por miles de usuarios de la red del pajarito desde su publicación.

Te invitamos a entrar en la vida de Víctor, Nova, Dante y Eliot.


La historia de un perro que se ha hecho viral por conmovedora

Víctor Coronado ha compartido en Twitter la historia de su perro Dante que murió de tristeza al fallecer su pareja, Eliot.

«Hoy les voy a contar cómo creo que mi perro, Dante, decidió seguir al amor de mi vida cuando falleció y cómo Dante se despidió de mi antes de irse.

Dante tenía 8 años, fue un perro muy sano, nunca se enfermó y siempre tuvo mucha energía

Cuando Dante tenía 5 años, yo decidí regalarle a mi novio una perrita a quien llamó Nova. Nova eran sus ojos, la adoraba, se la llevó a CDMX cuando se fue a vivir allá un año y la quiso muchísimo.

Antes de regalarle a Nova a mi novio, él y Dante eran muy cercanos, Eliot lo consentía mucho y Dante era súper chipilon con él. Así podían estar todo el día.

Aquí una foto de Eliot y Nova cuando vivían en CDMX. Eran inseparables. 

El día que Eliot fallece nuestros perros lo resintieron muchísimo, se acostaban y solo me veían llorar, yo trataba de ser fuerte por ellos, pero no podía. Un día, me senté con ellos y los acurruqué y les dije que Eliot los quería mucho, que desde allá los iba a cuidar 

Dante volteó a verme y literal vi cómo salían lágrimas de sus ojos, fue muy impresionante, era como si entendiera totalmente lo que yo le estaba diciendo

Días después, al llegar del trabajo decidí sacarlos a pasear y noté que Dante no podía caminar, asumí que tenía las patitas “dormidas” y lo saqué así. Al día siguiente empeoró y tuve que llamarle a la veterinaria, le hicieron estudios y quedaron de entregármelos al día siguiente.

Para ello, lo habían anestesiado y le habían hecho rayos X. Cuando me lo entregaron estaba medio dormido, la veterinaria me dijo que estuviera pendiente de él. Y así lo hice. Al día siguiente me fui a trabajar y Dante estaba bien, le hice cariños y me despedí de él.

Él me movió la cola y me fui contento porque lo había visto mucho mejor. Me acordé que más tarde me entregarían los análisis y pensé que no tendría nada malo. Cuando regresé del trabajo como a medio día, encontré a Dante muerto. Se me había ido

Lloré tanto, no podía creer que mi novio acababa de morir y días después mi perro también me dejaba. Sentía que me estaba volviendo loco. Me dolía el alma entera.

Le llamé a la veterinaria y llegó en menos de 5 minutos. Presionó para que le enviaran los resultados, necesitábamos saber qué había pasado. Resulta que en los estudios venía que Dante tenía muchas enfermedades. No recuerdo exactamente cuáles. Pero eran varias.

La veterinaria dice que a eso se le conoce como “muerte de tristeza”. A los perros se les bajan tanto las defensas debido a su tristeza que se enferman de todo en cuestión de días

En ese momento lo entendí todo. Dante, mi perro, había decido acompañar a Eliot en su otra vida para no dejarlo solo y Nova, que era el corazón de Eliot, se había quedado conmigo.

Hoy, Nova y yo somos mucho más unidos que nunca, me acompaña a todos lados y es el amor en mi vida. Siento que una gran parte de Eliot vive en ella y me recuerda al gran amor que nos tuvimos.

Hoy el dolor sigue más vivo que nunca. Perderlos me cambió la vida, dejaron un vacío que nunca nada ni nadie va a llenar pero en el fondo me da un poco de paz saber que donde sea que estén, en el cielo o en otro universo, están juntos. Los extraño y los amo con todo mi corazón».

 

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