Existe un cierto fetiche con la compra de un producto nuevo, en internet podemos ver videos en los que el feliz propietario saca el artículo reluciente de su caja,  algo que tal y como explica el mismo medio «contribuye a la sensación de que los productos reacondicionados son “sucios”, a pesar del exhaustivo proceso de esterilización al que se someten como parte del proceso.»