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La primera aparición pública del actor José Luis Gil tras sufrir un ictus hace dos años

Acudió a los ensayos de La Regenta, que protagonizan dos buenos amigos suyos

Ana Más
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En noviembre de 2021 el actor José Luis Gil sufría un ictus que le apartaba de rodajes, escenarios y atriles de doblaje. Desde entonces su familia y en especial su hija Irene, se han convertido en su principal apoyo y en el caso de esta última, en su portavoz, informando de su estado y evolución.

El actor había estado apartado de todo lo público desde entonces y decimos ‘había’ porque hace unos días reaparecía para apoyar a sus compañeros de profesión. Ha sido concretamente en el ensayo general de La Regenta, que se representa ya en el teatro Fernán Gómez eMadrid y en cuyo reparto están el actor Álex Gadea y la actriz Ana Martín, que mantienen una buenísima relación con el actor, después de trabajar juntos en la versión teatral de ‘Cyrano de Bergerac’ .

Tanto Gadea como Martín se han hecho eco en sus redes sociales de la visita del actor: «Ayer recibimos la sorpresa de tenerte cerca en el ensayo general. Nos hiciste muy felices. Verte y darte un abrazo es una alegría, siempre. ¡Gracias, querido!», escribía el primero en su Instagram, junto a una foto de los tres. Ana Martín escribía también en sus redes un emotivo mensaje: «Verte de pie aplaudiendo es para mí uno de los regalos más bonitos y emocionantes de este año. ¡Te quiero!».


La hija de Jose Luis Gil habla sobre su evolución


Otros compañeros han reaccionado ante sendas publicaciones, como Eva Isanta o Nacho Guerreros, compañeros de ‘La que se avecina’, que publicaban unos corazones en ambas fotos.

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A principios de este año, su hija explicaba que Gil es capaz de reconocer a todo el mundo y de moverse, «si viene alguien a verle sabe quién es, se entera de todo», explicaba, aunque añadía que tiene todavía problemas para comunicarse. La familia confía que el actor mejore en un futuro e Irene explicaba en la revista Pronto que los neurólogos y el centro de rehabilitación nunca han dicho «que no haya nada que hacer».

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