
Lo más interesante de esta reinterpretación es que la idea no surgió del entorno habitual del artista, sino de un fan. Se trata de un creador de contenido conocido como Allcaraz, que compartió en redes una versión de Flaca bajo una «hipótesis manchesteriana». Imaginaba cómo sonaría la canción si Calamaro hubiera tenido una banda de pop británico en los 90.
Ese vídeo, subido a Instagram y a TikTok, se volvió viral junto a un comentario de su autor sobre la posibilidad de que alguien tan importante como Calamaro lo escuchara algún día. Cuando el cantante se fijó en la idea, decidió llevarla al ensayo, donde ajustaron los acordes, cantó una octava más arriba, sumaron coros y distorsión.
Como él mismo reconoció en declaraciones posteriores para la revista Rolling Stones Argentina, utilizaron el tono original para lograr acordes más abiertos y con más impacto.
El resultado fue una versión con una carga emocional especial: guitarras distorsionadas, batería pausada, coros envolventes… Un sonido más crudo, más rockero, pero sin perder la esencia de Flaca. Calamaro lo describió como un «punk dulce con mucho volumen», y no dudó en decir que la propuesta le resultó irresistible.
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