
Es el concepto más cuidado de su carrera, por dentro y por fuera. Como ocurre con las cicatrices que nos va dejando la vida y que luego se recomponen para convertirse en lo bonito del aprendizaje
Esa misma inspiración es la que reza un proceso japonés llamado ‘Kintsugi’, donde las grietas se reconstruyen con oro, tal y como podrá hacer el propio Beret con el kit de regalo que le hace Patricia Imaz para que una de nuevo los trozos de una vasija que ha destrozado en plena entrevista con un martillo ¡Se ha quedado a gusto!
Casi tanto como presentando estas canciones, que tuvieron su puesta de largo en un evento en Madrid en el que, como aún no las conocía el público «podía cantarlas como me diera la gana porque la gente no se las sabía. Ahora ya no me puedo equivocar en la letra»
Sonará en directo en los conciertos que va a llevar a cabo en una gira en la que asegura «Va a ser en lugares donde se han representado grandes tragedias así que sí, vamos a llorar bastante»
Sus lágrimas, los momentos en los que le han roto recuerda que han sido sobre todo en Sevilla y se ha reconstruido en Madrid
Aunque puestos a confesar, que mejor que hacerlo a través de un ‘Yo Nunca’ con chupitos personalizados ¡Casi se baña con ellos hablando de los amaneceres que se le han ido de las manos o de los amarres que le hicieron con unas pulseras sin saber que eran para eso!
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