
Concretamente nos vamos a fijar en el almeriense para analizar como fue su casting en el programa hasta que pudo hacerse con una de las ansiadas plazas que le convirtió en uo de los primeros artistas de la historia en formar parte de este revolucionario formato.
362 fue el número que acompañó a David Bisbal a lo largo de todo el proceso de casting, y por lo tanto también fue el número que le cambió la vida. Con él escrito en una pegatina que lucía pegada al pecho en cada una de sus actuaciones, fue atravesando fases hasta convertirse en uno de los concursantes de una primera edición que superó con creces todas las expectativas.
‘O tú o ninguna’ de Luis Miguel, ‘Livin’ la vida loca’ de Ricky Martin o ‘Yo no quiero tu querer’ de José el Francés fueron algunas de las canciones que interpretó en el proceso de selección y que posteriormente se convirtieron en la llave que le abrieron las puertas al panorama musical a un jovencísimo David Bisbal que afirmaba por aquel entonces ser «vocalista de la ‘Orquesta Expresiones’ de Almería», ya que la música ha sido el motor fundamental de su vida y lo que «siempre le ha gustado», e incluso afirmaba se había atrevido a soñar a lo grande «jugando a ser cantante».
A veces los sueños se hacen realidad, y eso es algo de lo que David Bisbal fue muy consciente al abrir el sobre blanco con el que se le comunicó que se convertía en concursante oficial. Con el rostro visiblemente emocionado y haciendo gestos de victoria con los brazos, el almeriense solo pudo espetar «¿De verdad, tío? ¿Esto es de verdad, no?», al darse cuenta de que lo que había soñado durante toda su adolescencia se convertía en un hecho palpable.
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