
Se trata de un término que describe el hábito de algunos hombres de explicar a las mujeres cuestiones que ya conocen, desde una posición de superioridad.
Y es que una conversación entre Lucía Casani y Guille, dos concursantes de Operación Triunfo 2025, en la academia ha devuelto a la actualidad un término que en realidad nunca se fue.
La escena fue sencilla pero reveladora y captó la atención de todos los seguidores del programa. Mientras hablaban en la cocina, Guille intentó explicarle a Lucía qué era el gluten. Ella, sin tomárselo tan en serio como él, zanjó la charla con una frase que dio la vuelta en X: «Me estás haciendo un pedazo de ‘mansplaining’. Que sé lo que es el gluten».
Él trató de justificarse, pero Lucía insistió: «¿Sabes qué pasa? Que como me ves pequeña, me da la sensación de que a veces directamente me quieres enseñar».
650 segundos un poquito tensos entre Lucía y Guille#OTDirecto6O pic.twitter.com/8EZcbSXdA5
— #OT2025 (@OT24h) October 6, 2025
La conversación, más cercana que polémica, se volvió espejo de una situación que muchas mujeres reconocen en su día a día. Cuando opinas en el trabajo y alguien te repite lo mismo con otro tono; cuando das un dato y te corrigen sin escucharte; cuando explicas algo y aún así te lo vuelve a aclarar.
El mansplaining no es un concepto nuevo, pero su eco ha pasado del lenguaje a la cultura. Y en la música varias artistas llevan respondiendo con letras que suenan a réplica.
Canciones que reivindican el derecho a no ser corregida, a no ser explicada, a ser escuchada. ¡Aquí te dejamos algunas de las mejores y más honestas!
Vanesa Martín canta a quien intenta reinterpretar sus emociones, como si tuviera la clave de su historia personal. Su verso «Accedes a mi manual de tú no puedes. Detectas el fallo y te me creces» retrata ese momento en que alguien se siente con el deber de corregirte. Una respuesta elegante a «déjame que te explique».
La artista malagueña lo resume con pop y claridad: «¿Qué intentas demostrar? No insistas en tener lo que nunca tendrás. No soy como tu crees». Una parte del estribillo que desactiva cualquier intento de definirla y cambiarla desde fuera.
En Matices, Joaquina lanza una declaración contra los moldes y las etiquetas: «Puedo ser todo lo quiera, verde de árbol o de pera. Sin tener que caber en el molde de lo queme han dicho se supone ser mujer siempre sonriente. ‘No empieces a hablar de lo que quieres'». Su mensaje encaja de lleno con el espíritu anti-mansplaining: no necesito que me definas ni que traduzcas lo que soy.
Con su ironía característica, Luz Casal le dio forma a una actitud que también sirve como antídoto ante el mansplaining: la indiferencia. La letra de su No me importa nada, en general, sigue sonando como un recordatorio de que la aprobación ajena no es necesaria.
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