
La conversación se extendió a una hora y media. Otero abordó sin tapujos una de sus mayores lecciones tras el final del exitoso grupo, no haber contado con asesoramiento legal personal. “Yo creo que en la época de mucho éxito teníamos que haber tenido un abogado para la banda, que no tuvimos, pero yo debía haber tenido un abogado para mis intereses propios”, confesó.
“Este es un grupo, pero yo como persona individual tendría que prepararme para cuando esto acabara, porque las cosas no son infinitas”, dijo el artista.
Aunque en entrevistas anteriores el cantante ha hecho referencia a las diferencias personales y profesionales que llevaron al fin del grupo, en esta ocasión prefirió mantener cierta discreción. “Lo que pasó de verdad no lo vamos a contar nunca”, dijo tajante.
“No somos amarillistas, ni buscamos el clickbait. Nos respetamos. Aunque no tenemos relación y cada uno hemos ido por un lado, tenemos mucho respeto. Por mi parte siempre hubo respeto y agradecimiento a lo que vivimos y mucho cariño a lo que tuvimos”, relató.
Otero ha tenido que reconstruirse tanto personal como profesionalmente tras la separación del grupo. Y reconoció que el proceso fue “complicado y doloroso”, pero necesario para sanar heridas. “Prefiero guardarlo para mí, haber tenido que sanar lo que tuve que sanar y haber reconstruido lo que tuve que reconstruir”, afirmó.
“Me quedo con lo bueno y desear lo mejor a las partes y así homenajear lo que pasó. Es mantener el respeto. Le tengo mucho cariño a la etapa del grupo”, reflexionó. Además, recordó haber escuchado hace poco un podcast donde un guitarrista hablaba mal de una antigua banda, algo que no comparte: “Piensas que ese tiempo en el que estuvo no lo respetó. Mi postura siempre ha sido de agradecimiento y de buena energía”.
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