
Pero si ha habido un hilo conductor de toda su música ha sido el amor, ese sentimiento que cuando llega se apodera de nosotros con toda la fuerza, pero que cuando se va también acarrea consecuencias en nuestro día a día. Por eso, hoy desde Cadena Dial, queremos ofrecerte un tema personalizado para ti, en base a como te comportes en el amor. ¡Toma nota!
Si eres de las personas que cuando se enamoran lo dan todo por la otra persona, se desviven y solo buscan pasar tiempo a solas con su pareja, déjame decirte que esa relación puede llegar a pecar de toxicidad, y es muy probable que eches de menos a tu pareja cuando por diversos motivos no puede estar a tu lado. Si es así, debes escuchar ‘Te extraño’.
«Te extraño como se extrañan las noches sin estrellas, como se extrañan las mañanas bellas, no estar contigo, por Dios que me hace daño. Te extraño cuando camino, cuando lloro, cuando río, cuando el Sol brilla, cuando hace mucho frío, porque te siento como algo muy mío. Te extraño como los árboles extrañan el otoño en esas noches que no concilio el sueño».
Por otra parte, si eres de los que sufren las rupturas, sobre piensas en lo que pudo haber sido y finalmente no fue y piensas que es mejor opción no despedirse antes que volver a pasarlo mal, tu tema perfecto es ‘Encadenados’, que formó parte del álbum ‘Romances‘ que Luis Miguel publicó en 1997.
«Volver es empezar a atormentarnos, a querernos para odiarnos sin principio ni final. Nos hemos hecho tanto, tanto daño, qué amor entre nosotros, es martirio, jamás quiso llegar el desengaño, ni el olvido, ni el delirio, seguiremos siempre igual. Cariño como el nuestro, es un castigo, que se lleva en el alma hasta la muerte».
Si lo tuyo es enamorarte de una manera sana y racional, respetando los tiempos de la otra persona y compartiendo tiempo pero sin acaparar la totalidad de sus horas, tal y como se debe hacer, encontrando el equilibrio perfecto entre los dos, la tuya es ‘Amarte es un placer’.
«Quisiera beber de tu pecho la miel del amanecer, mis dedos buscando senderos, llegar al final de tu ser, bailar el vals de las olas, cuerpo a cuerpo, tú y yo, fundirme contigo en las sombras y hacerte un poema de amor. Y amarte como yo lo haría, como un hombre a una mujer, tenerte como cosa mía y no podérmelo creer».
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